</head>
El ayuno, ha sido un tema en el mundo del cristianismo, muy popular. Casi todos ayunan. Unos lo hacen por colocar en sacrificio, sus cuerpos, delante de Dios, y otros porque creen que esto lo exige Dios.
Y otras culturas cristianas, han hecho del ayuno, una cultura que enferma y destruye lentamente, el cuerpo humano. En algunas culturas del mundo, se le ha dado tanta importancia al ayuno, que al año, dedican, un mes a ayunar.
Durante este período de tiempo, debe haber una abstinencia total, tanto en el trabajo, así como en la vida sexual, y demás compromisos. Este tema, le interesa a todo aquel que cree en Jehová o no cree. Porque lo que se está haciendo es, abriendo los rollos que menciona el libro de Apocalipsis.
Y a este servidor, se la ha dado la facultad para interpretarlos y dejarlos bien claros. Estos ayunos atentan contra la familia y destruyen la salud de quienes practican tales hábitos perjudiciales para el género humano.
Estos hábitos perjudiciales, el hombre, las ha recolectado de la naturaleza. Tenemos el caso del oso polar, quien hiberna, tres meses. Las hembras, es un dato curioso, tienen sus cachorros, en sus cuevas y deben alimentarlos a costa de que ella, no consume alimento en esos tres meses.
Aquí podemos ver y entender de dónde viene el origen del ayuno. Puede tener cien millones de años, o tal vez, tres mil millones de años, que la osa, comenzó el asunto de este ayuno, en el tiempo de invierno, y transmitírselo a su descendencia.
El hombre surge en este escenario, en segundo lugar, y bien lo sabemos. Y tomó algunos comportamientos de los animales, y los adoptó y empezó a promoverlos por todas las culturas del jardín.
En este asunto ha habido culturas cristianas que lo adoptan por una semana. Otros cada ocho días, según la doctrina en donde se esté viviendo, este sacrificio que Dios, no ha pedido. Estas son creencias que los pueblos que dicen adorar a Jehová, desconocen hábitos que perjudican incluso la vida humana.
Y atentan contra la naturaleza misma, y el comercio. El filósofo Jesús, nos deja este asunto muy claro, en la siguiente cita: "Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos?" (Lucas 5: 34) versión Reina Valera 1960.
Al historiador y filósofo, Jesús, se le consulta por el ayuno, y él responde con su experiencia vivida, acerca de que no tienen necesidad de ayunar. Que los que están de fiesta, no necesitan ese tipo de rituales o esas practicas, digamos, del oso polar.
Resulta que el maestro se da cuenta que los que están con él, allí, son pura descendencia de oseznos polares, que no habían evolucionado, y que persistían en su tradición perjudicial. Y corta el cable de alta tensión, en cuanto al ayuno, que este científico, sabía bien, que eran costumbres o tradiciones que no querían sus amistades dejar, y más bien que él les aprobara dicha mala cultura del ayuno, que hace tropezar a cualquiera en el mundo, que vaya a leer la Biblia, y se le imponga un sacrificio, y que sea una cuota de un mes anual.
La osa polar, hiberna tres meses, y se pierde toda la belleza que hay en su mundo que la rodea, sólo porque aprendió de su madre, semejante al género humano sin raciocinio, quien también hereda dichas costumbres de sus padres.
Jesús, lo había aprendido de María, y vivió mucho tiempo, tal vez, en esta tradición. Pero en esta ocasión, dijo que no había necesidad de sacrificarnos por asuntos mal interpretados entre culturas antiguas, e incluso que el estudiante de la Biblia, las adopta sin discernimiento.
Los invito a visitar este video que se titula: INVERNACIÓN OSO POLAR, de una duración de: 1: 59, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=VAYA5oXA1A4
"En el ayuno, creen los oseznos, pero los científicos y la ciencia, en el conocimiento"
No hay comentarios:
Publicar un comentario