</head>
El despertar del ser humano en cuanto a la buena vida, buenos modales y el respeto, se han ido desapareciendo como las aguas de las cisternas. O es decir de las fuentes o cuencas hídricas. Pero esto es una blasfemia.
Se necesita para vivir todos los tiempos y las ocasiones, un corazón alegre y agradecido, y un espíritu de comunión y compartimiento que permanece en la tierra debido a que ella siempre ha tenido o poseído como el buen árbol, buenas familias que mantienen la tradición de la alegría y el jolgorio en la Navidad.
Así que la tierra a manera de árbol tiene por donde lo miremos, buenos frutos, y en cada mes del año o en cada estación o en cada momento, se debe degustar de las delicias de ese fruto de esta tierra en plural, donde la humanidad ha perdido la identidad del buen espíritu y la alegría.
La fiesta del 24 y 25 de diciembre, se debe recuperar con los recursos o elementos que se necesitan para que sea ella una tendencia hacia la búsqueda de la luz y el amor que la familia necesita comprender más aún y degustar esas horas y momentos que la vida proporciona a cada habitante de este gran árbol llamado tierra.
Consumamos las hojas de la felicidad, bebamos el vino de sus frutos, degustemos tanto ese vino del saber igualmente que regresemos con los instrumentos en cada cultura a sonar, para que este árbol sienta la savia que lo ha mantenido durante millones de años.
Al no estar siendo parte de las festividades de fin y comienzo de año, en todas las culturas del mundo, se está aislando la persona o la familia, y entonces la savia de la que se compone el árbol que es de seres humanos, y sus vivencias, ya no llegan a esa rama que se ha rebelado contra la estructura misma del árbol.
La mayoría de las personas se preguntan qué pasó con la música de diciembre. Respuesta directa: usted la tiene en sus manos. Artistas en nuestro mundo como Guillermo Buitrago, como Escalona, como Aníbal Velásquez, Diomedes Díaz, Los Embajadores y la diversidad de orquestas, como Guayaba, los Joselito, están al orden del día, en las tecnologías disponibles, según su gusto o la ocasión que así lo requiera.
En cuanto a lo que nos gusta tanto que son los buñuelos, se ha cambiado un poco, y no es que esto se acabó, porque resulta que antiguamente los buñuelos se hacían en casa, y quiero deciros que aún en muchas familias esto todavía se hace.
Pero hay muchas familias que no hacen los buñuelos porque están cansadas del trabajo del año, rendición de cuentas y las clausuras, esto hace que no estén en condiciones para madrugar el 24 a preparar las exquisiteces tradicionales y las que hoy estamos incluyendo, que son diversas.
En otros casos es porque llegan muchos familiares y esto hace también que no se piense en hacerlos en casa, que es tan rico, porque se puede sentir en la atmósfera cómo se está preparando este alimento que para otros no es el buñuelo sino que es el pastel, cosa rica.
Para otros es la preparación de un pan especial, puede ser integral, puede ser una torta, pero también están siendo parte activa del árbol de la vida humana. Que debe dar sus frutos a su tiempo, queriendo decir que nosotros tendremos en cuenta estas cosas que son de nuestra típica tierra.
Y que el Creador nos ha dado las facultades y el producto según nuestra idiosincrasia familiar para tener algo que compartir este día. Pero como dije antes, hay personas que no pueden vivir a profundidad la experiencia.
Otras personas están trabajando para preparar gran cantidad de pasteles, buñuelos, conserva y los platos que así como la música de diciembre, nunca pasarán de moda, en el mundo de este gigante árbol de la humanidad en la tierra.
En su savia lleva todos estos elementos para que la estructura del árbol humano pensante tenga estos momentos a semejanza de árbol, porque él también a su tiempo florece. Y entonces comienza un período de asistencia para los insectos y los colibríes que le llegan en ese momento a participar de esta Navidad para ellos.
En la segunda fiesta, digamos metafóricamente, que es la fiesta de año nuevo, ya el árbol está con unos frutos muy atractivos. Entonces por lo menos los primeros frutos, maduran y caen a la superficie de la tierra.
Estos igualmente los primeros, son los insectos, los que participan nuevamente de las bendiciones que este árbol está proyectando. Pero viene otra clase de público natural y son las bestias del campo, grandes y pequeñas, ardillas y hormigas, para comer, beber y disfrutar la oportunidad que el árbol está brindando con el corazón y la cultura natural.
Igualmente el árbol hace una obra de bastante valor, porque su vida está dada es hacia los demás en un cien por ciento, y esto es lo que la tierra debe comprender con tranquilidad, sociabilidad y sabiduría. Porque muy pocos ministran muy bien lo que la tierra desde mil puntos de vista, le ha obsequiado.
Y esto es para que invierta en el gran árbol humano, y no lo haga con miseria, porque en realidad, la miseria no se conoce en la naturaleza. Igualmente que en este árbol llamado tierra, el presente de sus frutos siempre los vamos a tener con nosotros.
Está en nuestro corazón, si los comemos o no los comemos, si los compartimos o no los compartimos, si nos reunimos en familias, para esta temporada, poniéndonos de acuerdo y comemos cada familia, en las ciudades y en el campo, cada uno un fruto que satisfaga nuestro organismo y nos bebamos el vino que también queramos del conocimiento entre familias, para que el asunto del amor y el respeto por los demás, no sea un concepto doctrinal.
Los invito a visitar este video que se titula: GALAXIA PARQUE - C C J G, de una duración de: 2: 44, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=5yNbOX-X_KU
"Conocimiento, felicidad y amor, he hallado en el árbol humano"
¡FELIZ NAVIDAD y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
