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En la ciencia de la oftalmología, el filósofo y optómetra Isaías, trabajó con gran esfuerzo para que el ser humano, tanto de Jerusalén como de sus provincias, pudiese tener una visión definida. Sin embargo, aunque era gratis la consulta, con este científico, las personas no se interesaban por mejorar la visión y el sentido del oído.
Parece absurda la declaración de este optómetra, que se prepara para poder atender esa ceguera y ese pterigio entre otras enfermedades en la vista de la gran mayoría de su época, porque esto estaba impactando en la sociabilidad, en la economía y en el desarrollo general de la nación, donde los profetas promocionaban la ceguera, por conveniencias económicas.
Es necesario que en este siglo, el ser humano recurra a entes como la oftalmología para una consulta, y al otorrino, para que pueda con estos dos sentidos poder entender lo que sucede en el mundo de hoy, que necesita atención para cada miembro de la familia para entender el conflicto producido por desconocer la sabiduría y la inteligencia, que son a las que en sí, se refiere el profeta u oftalmólogo Isaías.
Este científico trata de llevar en lo posible a su cultura, a que tenga discernimiento y ciencia, para entender los departamentos que encierra el entendimiento, la cultura, la ciencia y la sabiduría. Y nos dice de la siguiente manera:
"¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién es ciego como mi escogido, y ciego como el siervo de Jehová, que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?" (Isaías 42: 19 - 20) versión Reina Valera 1960.
Cuando el ser humano ve muchas cosas y no ve nada, simplemente podríamos ilustrar este suceso de la visión con el trasero de las luciérnagas, que en noches oscuras se guían por una luz que a momentos o instantes, les muestran el mundo o traducido, las cosas, y luego se va otros metros más allá en su vuelo por el bosque y ningún ser humano que no las conozca, puede entender su luz.
El género humano debe entender que la visión está obstaculizada porque no puede ver las realidades como el humanismo, el amor sin una doctrina que obstaculice la visión para la convivencia familiar y global.
No se trata de leer la Biblia para ver lo que a mí me conviene, sino para instruir mi vida y compartir el conocimiento con el mundo que lleva una luz intermitente en aspectos de ceguera y sordera, porque ha tomado este libro que es de cultura general y ciencias del cosmos, para dañarse el oído y dañar el concepto de buena voluntad que tienen las demás personas hacia los demás.
Y esto es grave, porque el mismo optómetra está diciendo que los profetas también veían y oían lo que les convenía. En este caso, ese tipo de profetas no tenían la visión bien definida, y que fuera esa visión de salud para su propia familia o para el jardín en donde suceden aún estas cosas.
Porque se ha dejado la ética y se han destruido una gran mayoría, los ojos, leyendo el libro que es de sabiduría, sin control, y esto ha afectado la visión del noventa por ciento de quienes la leen.
Que sin responsabilidad leen la Biblia, enfatizando lo que les conviene y echando atrás lo más importante de este volumen, que es el conocimiento, el amor, la responsabilidad y el querer el bienestar para la familia humana.
Los invito a visitar este video que se titula: Conoce cómo es una primer consulta oftalmológica, de una duración de: 3: 39, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=5JaEKNma9LQ
"Ceguera como el siervo tienen las naciones, por falta de consulta al oftalmólogo de la sabiduría y la inteligencia natural"