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Ha habido un conflicto durante millones de años, en este jardín, que ha perdido ante todo, la disciplina. Por esta razón, las sociedades van y vienen, sobre él, dejando muy claro que el concepto de sujetarse la esposa al esposo, es algo que produce cada día, más violencia.
En los hogares donde no hay educación y entendimiento, sobre la palabra: sujetar, es algo que el científico San Pablo, experto en cátedra sobre familia y hogar, enfatiza en sus conferencias. Sin embargo, todos los que iban a escuchar los temas de familia que esta eminencia ofrecía a todo público, sin excepción, se tomaba totalmente diferente a la hora de la práctica con la esposa y la familia que está incluida en la cultura de sujetar.
Hay que reconocer que a la esposa no se le debe hablar en este idioma, por la sencilla razón de que su psíquica rechaza esta expresión. Igualmente al niño, al adolescente y al hombre. No debemos sujetarnos unos a otros, sería en este caso.
Es simplemente dialogar y no enfatizar que la esposa debe mantenerse sujeta. Esto es muy semejante a lo que ocurre en la naturaleza. Para poder controlar, una bestia caballar se debe tener sujeta a través de la rienda o el freno.
Así que el hombre a través de la historia de la humanidad, se la ha creído, que la mujer es como las yeguas del faraón, que se tenían que dirigir era por el freno, para lograr que el jinete dirigiera sus pasos, y tenerla sometida.
Esto es lo que el conferencista está tratando realmente en el texto que quiero compartir, sobre este sometimiento a la mujer, sin tener en cuenta que al llegar a estudiar las Escrituras y la naturaleza, ella se quitará el freno o la jáquima que durante millones de años del iraciocinio del hombre ha querido imponer, durante siglos, y que ha permanecido en su sangre y su descendencia.
El texto a la letra dice así: "Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor" (Colosenses 3: 18) versión Reina Valera 1960.
Al pronunciar esta palabra, debemos tenerla resuelta, es decir, que sujeta es, a las responsabilidades del hogar y la familia. Y así mismo se puede contar del hombre que es irresponsable y que no razona, a través de la rienda del conocimiento para que sea dirigido por el freno del mismo.
La institución del matrimonio o la unión libre, en cuanto se tenga presente la cultura de la responsabilidad, es correcta. Y las parejas deben mirar muy cautelosos este asunto. No se trata el matrimonio de ser un sometimiento de ambos mandos, porque la sabiduría no aprueba seres humanos que le sirvan bajo el techo de un hogar infernal, porque el uno hace una cosa y el otro hace otra, irresponsablemente.
Desde esta institución del hogar, no se debiera ver la hermosura y la belleza de la mujer, como vio el rey Salomón, a las yeguas del faraón. Ni la mujer debe ver al hombre como un caballo desenfrenado que camina hacia la batalla, y que el jinete igualmente lo es.
La cultura y el conocimiento a través de la psicología, son los que pueden arreglar la mente de la familia humana, y que los valores sean los que lo lleven a mejorar el trato a la mujer y también la mujer debe levantarse para hablarle al hombre con un concepto no de sometimiento, sino de amor, que se sienta en la atmósfera del hogar, donde ha habido un conflicto cuyo número de muertos alarma a las sociedades estadísticamente hablando.
Este conferencista dice entre tantas cosas, en su conferencia, que la mujer debe someterse al marido como conviene en el Señor, y esto ha abierto una brecha espantosa en los hogares, porque si la mujer no acepta la doctrina, entonces, el conflicto se aumentará.
Y se pierde entonces, lentamente, lo que llamamos la cortesía y el respeto. Y el buen trato de ambos mandos, convulsiona. Por eso es necesario que la Biblia, tenga instructores con calidad humana, hombres que den un ejemplo y que su psicología, sea transformadora, y que pueda disolver estos términos como sujeta al esposo, cuando en realidad, es amaos unos a otros.
Porque en la cultura del amor, no existe el sometimiento. Todo se hace en el clima de la responsabilidad. Si no existe este clima, estoy seguro que allí no hay ningún señor o sea Dios, ni tampoco la sabiduría.
Por esta razón es que Pablo, trata este tema bajo la aprobación de familia y hogar, donde se necesita instrucción principalmente, de los padres, los hijos y el vecindario, para mirar cómo algunas asperezas que tenga la familia humana, se puedan mejorar.
Los invito a visitar este video que se titula: SE VAN A TRANSFORMAR - C C J G, de una duración de: 9: 49, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=XUU4UIVqo60&pbjreload=101
"En la cultura del amor, no se somete ni a la esposa, ni al niño, ni a la mascota"
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