El hecho de que en Jerusalén, había tanta gente obesa, no les permitía entender las mismas Escrituras, porque el corazón, estaba lleno de grasa. Y todo filósofo que tiene en cuenta, la ciencia de la temperancia y la Psicología, sabe que el ser humano se ha convertido en triglicéridos, colesterol y problemas cardíacos, es difícil que la enfermedad humana, pueda tener un oído que esté habilitado para poder escuchar, no solamente las palabras del sacerdote en el templo, o escuchar las de un pastor, que después que tiene recogido su rebaño, en las afueras de Jerusalén, se vaya a contemplar el atardecer, observando cómo el cielo cambia, mientras las personas, que debido al consumo de grasa saturadas, iban perdiendo no solamente la audición, sino también, la visión.
Y en sus corazones, se iban cerrando las arterias, de tal manera que la salud, no interesaba a esta cultura en Jerusalén. Jesús, fue un hombre que en cada palabra expresaba salud, conocimiento, y según nuestros archivos sobre este personaje en Jerusalén, era un hombre que estaba en línea, para ser claros, conforme a la actualidad, era de un cuerpo atlético olímpico.
Y tenía en cuenta en cada día de su vida, cómo poder cuidar su cuerpo y lo había aprendido en la academia, cosa en la que ya estaba iniciado en su niñez, desde su propio hogar. El tema de la salud, hasta donde sea posible en el hombre, debe estudiarlo el ser humano, y vivirlo con la libertad y sin la cultura del juzgamiento, por lo que se come o por lo que se bebe.
Porque en nuestro reino, no vale el hombre, por si es vegetariano, o no lo es, o por si es lacto vegetariano, porque Jesús, tenía una dieta muy interesante, e incluía las carnes, los cereales, granos, frutas, legumbres y vegetales en general.
Esto era lo que la mayoría del público, que tenía Jesús, en este día, no había podido entender. Y él les dijo que la pereza intelectual, era la raíz de la sordera, de la ceguera y no era que Dios, no les hubiera dado la oportunidad de una salud completa, sino que ellos mismos, comiendo carne de sacrificio en la mañana y en la tarde, se habían sobrepasado de los límites de grasa que el ser humano, debe tener.
La grasa en el hombre, es indispensable, como por ejemplo lo es en los autos, ya que ellos requieren de una grasa que viene científicamente estudiada la cantidad que necesitan los motores, para su funcionamiento diario, o según sea necesario.
El cardiólogo Isaías, había pronosticado que el pueblo de Jerusalén, se había engrosado, y ésta era entre otras, una de las principales enfermedades del pueblo de Israel, y se estaban matando ellos mismos, y a sus postreras generaciones, y todo estribaba en la creencia de que el sacrificio vespertino y matutino, salvaría sus almas.
Pero el Psicólogo Jesús, sabía que el desequilibrio en todos los aspectos de la vida, convierten al ser humano, en una enfermedad, que es transmitida de padre a hijo, y esto era lo que no entendían los tales fariseos y doctores de la ley.
Nuestra cita bíblica para hoy es: "Porque el corazón de este pueblo se
ha engrosado,
y con los oídos oyen pesadamente,
y han cerrado sus ojos;
para que no vean con los ojos,
y oigan con los oídos,
y con el corazón entiendan,
y se conviertan,
y yo los sane" (Mateo 13: 15) Versión Reina Valera 1960.
La dieta para Jesús, como dietista de moda no tenía problemas al salir de su casa, de su ciudad o al extranjero, porque él no creía en el fanatismo de ciertos ciudadanos en Jerusalén, descendientes de Daniel que parece que no miraban bien a Jesús, porque comía carne.
Sin embargo, la dieta de Jesús, es el mejor modelo para que el hombre, pueda acercarse sin confusión a una mente que está entre los estándares de grasa que le permite al hombre pensar, y entender a su semejante, que ha echado a un lado el tema de la salud, y ha olvidado los principios sonoros de la cultura científica y filosófica de la salud.
"En las ciencias del olímpico y psicólogos de las culturas y ciencias de la tierra, hallamos el ejemplo en temperancia, sabiduría y un cerebro capacitado"
F P
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