Jesús, estando en Galilea, escucha la noticia acerca de la prisión de Juan el Bautista. Lo cual es prácticamente, el comienzo de una guerra de ideología que ningún ideólogo, muy fácil tenía la suficiente razón e inteligencia para comprender.
¿Podrá el hombre acostumbrado a vivir en la guerra, contar sin dolor, las batallas que fueron peleadas, y que realmente el pueblo quedó en paz, con la garantía de que no hay necesidad de que las postreras generaciones, sigan en una ideología o filosofía, sin resolver?
Jesús, luego que recibe esta noticia que no le es agradable, y que sabe que éste conflicto sería eterno, mientras el hombre no se percatara de que es una guerra de ideas y poder, se traslada en ese atardecer a la ciudad marítima de Capernaum que está a unos cuantos kilómetros hacia el sur.
En esta ciudad portuaria, tenía amigos y realmente, era muy reconocido por su manera de pensar. Era un hombre que se destacaba por el lenguaje figurado que había aprendido de sus antepasados, los profetas.
Este maestro, tenía visitas pendientes en este lugar tan atractivo para viajeros y visitantes. Al otro día, se fue a la playa a contemplar la gente que iba y venía sobre la arena.
Esto lo hace a las primeras horas de la mañana, luego Jesús, después de contemplar a los seres humanos, y cómo el sol calienta la arena de la playa, por la influencia del escenario natural, lo calma y lo relaja un poco para continuar la labor como ideólogo y buscar los hombres que necesitaría para formar un ejército que enfrentaría a sus semejantes, que estaban apoyados en algunos mitos y leyendas que las mismas Escrituras, nos lo declaran.
El ideólogo Jesús, realmente no comprende la paz, porque el hombre contencioso, ha dicho Jehová, no fomentará regocijo, sino aflicción de espíritu. Debemos entender que Jesús es un hombre, y que la contienda siempre ha estado en todos los genes humanos de la tierra, aún de los pensantes, y este gen no es la excepción.
La genética de Jesús, actúa conforme a su tipo, y esto es lo que debemos entender todas las culturas del jardín, que seguimos paso a paso el conocimiento de este gigante en ideología.
Si nosotros estuviésemos viviendo en esa época, hace dos mil años aproximadamente, hubiésemos estado involucrados en esa batalla, y nos hubiésemos aliado no solamente en ideas, sino que como Zaqueo, lo hubiésemos hecho con las economías, porque el mundo estaba entregado a una batalla para ver cuál era el mayor.
Sin embargo, Jesús, enseña que mayor o menor, son iguales, porque ambos no conocen la ciencia, ni entienden la Sociología, tampoco la misericordia, ni la cordura en la que había hecho énfasis el Rey Salomón.
Este acontecimiento lo encontramos registrado en esta cita: "Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí" (Mateo 4: 12 - 13) versión Reina Valera 1960.
El Sociólogo Jesús, es el combustible que empieza a apagar el fuego que habían encendido, digamos, los profetas y para esto debía llevar un ejército que tuviera la fuerza y la capacidad para intervenir en este asunto que no tenía futuro.
Todas las congregaciones del jardín enlazado, con la sabiduría de este ideólogo, deben comprender que él trabajó con la unidad del conocimiento y las ciencias naturales, como herramientas prácticas para todas las culturas del jardín.
"La inteligencia del ideólogo, la ampararán las ciencias, y su sello, es el raciocinio"
F P
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