La Biblia, nos sigue sorprendiendo, no solamente en su escritura, o en su lenguaje figurado, aunque detrás hay toda una relación y comunión con las ciencias de su tiempo.
Pero aquí surge una pregunta ¿por qué hoy, el cristianismo, no tiene profetas de la talla de Elías y de la talla de Jesús?
Yo lo veo todo, muy simple. Ya en otros escritos en mis blogs, he advertido a los lectores en el mundo de la Biblia, que lo que sucedía con los profetas, es que ellos estudiaban las ciencias del jardín global.
Y en su época, Elías, estaba bien relacionado con las grandes culturas del mundo, no solamente en guerra, sino también en la ciencia y el conocimiento de la tierra. Y en aquel entonces, Egipto, Babilonia, Roma, y los griegos que eran la potencia del mundo, tenían un conocimiento superior al del pueblo de Israel.
Los profetas de Israel, tenían acceso directo al IDEAM, de aquel entonces, y por eso es que el profeta Elías, toma por sorpresa al rey Acab, rey de Israel, en ese momento, y le pronostica el tiempo, diciéndole que no llovería, y que ni siquiera el rocío, caería del cielo.
Esto deja muy claro que los israelitas, tenían unas divisiones entre ellos mismos, tanto culturales, literarias y científicas.
Los profetas incursionaban en las ciencias, que les fuere posible, estudiar, durante su vida. Por eso encontramos que unos se destacaban en un área principalmente, pero siempre dejaron la huella en su escritura, de un conocimiento específico, donde la ciencia en ese tiempo, tenía convenios con estos corresponsales o enviados de Jerusalén.
La misión de este delegado en la academia de climatología, en su cultura, era promover, digamos así: una ciencia secreta. Cierto día, este servidor haciendo los análisis y estudios sobre la profecía de Elías, tomé uno de los estudios sobre el análisis del clima, y salí a la ciudad.
Entré a un café y había unas personas de diferentes estudios, y uno de ellos, miró al cielo sobre la ciudad, y dijo: parece que va a llover. La verdad es que la nube que había en el cielo sobre la ciudad de los Hacaritamas, podía hacer dudar a aquellas personas que se basan en la teoría de Jesús: que no es más que lo que nos diga el día, con respecto al tiempo.
Pero yo le contesté en un tono muy suave y natural: hoy no llueve, y se prolonga por ocho días. Él me miró y me dijo: ¿usted, quién es? Yo le dije: un investigador de las letras hebreas. Ante lo cual me preguntó: ¿qué quiere decir usted con esto?
Le dije: que hemos descubierto el secreto de la profecía, y por estos días, no lloverá. Lo dice el IDEAM de la cultura Hacaritama.
He basado este análisis, teniendo en cuenta la siguiente cita bíblica: "Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra" (1 Reyes 17: 1) Versión Reina Valera 1960.
Cuando en las Escrituras, dicen los grandes científicos como Daniel, por ejemplo, que la ciencia aumentaría, es porque ellos fueron grandes no solamente, porque creían en Dios, sino porque amaron el conocimiento, la unidad y trabajaron para que las culturas de ese entonces, tuvieran un conocimiento que transportara al mundo a una predicción del tiempo más exacto, si es posible, y que el hombre tuviera los medios en las manos, para que cada día, así como este servidor, puedan llegar a la ciudad y compartir las promesas del tiempo, y decirles que tendrían ocho días más de verano, lo cual fue así.
Y entonces, allí confirmaríamos lo que los profetas como Elías y Jesús, predijeron, y en dónde estaba el epicentro de su seguridad profética. Esta cultura del IDEAM, ha sido desde un principio, pero el cristianismo del jardín, se ha desviado de las eternas culturas que mantienen al hombre en la investigación, porque los hijos de Abrahám, desconocen la ciencia y el conocimiento del jardín global.
"La ciencia es el escudo del sabio, más el inocente, ignora su símbolo"
F P
No hay comentarios:
Publicar un comentario