Al final de la segunda carta a los de Tesalónica, Pablo, hace una corrección, debido a que tal vez en otra de sus cartas, él sugiere que las personas o miembros de la iglesia, que no se sometan a la doctrina, sean entregadas al diablo, o sea borradas del libro de registro, porque no acatan sus principios.
Me llama la atención, cómo lo hace en esta carta, y la advertencia que se les hace a esta iglesia, donde se presentaban los mismos problemas. Él les dice que si alguno no obedece, por medio de esta carta, simple y llanamente, hay que señalarlo, pero ¿en qué consiste el señalamiento? es la pregunta aquí:
- Decir que él no es miembro de esa iglesia
- que él no tiene compromiso con la iglesia
- y que él es una persona que no tiene juicio.
Y esto se regaría entre esta comunidad, digamos de los Tesalonicenses, y en vez de amarlo sin condición, se regarían las voces y el chisme que alejaría al miembro de esta iglesia, de un conocimiento que es necesario, para el desarrollo de las facultades del raciocinio y el pensamiento.
Pablo, en esta carta, le coloca un sello que todo aquel que le haga resistencia, debe ser señalado, así como Caín. Esto es clásico en la cultura judía y al ser señalado, la gente del común se daría cuenta no sólo de que no comulgaba con la doctrina de Pablo, sino que también, Pablo, había abierto la brecha para que se dijera acerca del personaje, más de la cuenta, incluso manifiesta que no se junten con él, para que se avergüence.
La gente inteligente de la tierra, no le encuentra sentido a algunos pasajes bíblicos que tienen algunas recomendaciones desastrosas como en este caso, que se trataba no sólo de señalarlo, sino de prohibirle a la iglesia que se juntara o fuera amigo de él, en otras palabras, y esto ha sido mal visto por las culturas aledañas a la suya.
Esta recomendación la encontramos registrada en la siguiente cita: "Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ese señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas lo no tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano" (2 Tesalonicenses 3: 14 - 15) Versión Reina Valera 1960.
Sin embargo, Pablo, se contradice al decirles que no lo tengan por enemigo, con la estrategia de amonestarlo para que él vuelva a la iglesia. Esto en la literatura bíblica advierte el problema de las iglesias en Tesalónica, y el conflicto entre señalados y menospreciados, y sin embargo, no declarados enemigos.
Realmente las letras de la Biblia, son conflictivas, y enfrentan al hombre, porque están escritas bajo el principio de la doctrina, y ella es la que trastorna, no sólo al predicador, al profeta y a los ministros, en el cosmos, que conscientemente debemos comprender que hoy el mundo, es más civilizado, es más comunicativo y es más informado, porque su tecnología nos permite expresar una filosofía que sea incluyente, y no excluyente, para que el mundo, entienda las letras que nos han educado, y que hemos procesado en los sistemas del pensamiento.
Para comprender el comportamiento humano, tanto en el templo como fuera de él, y saber que no debemos condicionar nuestra literatura a una cultura, sino que debe llevar el sello de la sociabilidad práctica y viviente.
Para poder entender al mundo señalado por las Escrituras, que bajo la influencia de la doctrina impartieron un vino doctrinal que emborrachó y encegueció al escritor, que hizo excepción con sus letras y difamó, y que a la vez es difícil que las papilas gustativas del género humano, en el cosmos, lo puedan asimilar.
"Cuando el hombre, se de cuenta que la doctrina es el vino que trastorna, entenderá que el señalar, no está en la inteligencia de Dios"
F P
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