En el mundo de las Escrituras, hay una palabra que es muy clásica en los labios de cada escritor, que escriben pendientes de un fuego, que incluso está dentro de ellos mismos, donde se muestra que en ningún momento, estos escritores, vivieron una vida realmente de paz.
Vivieron en un conflicto físico, y de allí es que el fuego de la venganza, de los pueblos que rodeaban a Israel, permitían que sus gentes cada día, resultaran quemados, por el fuego de la muerte física.
Este Filósofo, Jeremías, nos deja un cuadro bastante desolador, debido a que su mundo está ardiendo y en este caso, lo que arde es el corazón de las tribus de Israel, y principalmente la de Judá, a la cual, él le escribe.
Esta era una de las tribu más fuerte y más valiente de Jerusalén. Creemos que el asunto del fuego, es la ideología que tenían esas culturas de antaño, y que aún todavía en nuestros días o en el siglo 21 de nuestra era, podemos sentir en el corazón, ese fuego de la violencia, de la guerra que quema a muchos seres humanos en el mundo, que arden debido a diversas razones, pero que son conjugadas en el fuego de razones políticas y religiosas, que mantienen alimentando el terrorismo, la depresión, la pobreza y la venganza, que son los elementos primarios que han venido ardiendo sobre toda la hojarasca humana.
Y de esta manera, se perjudica la naturaleza, el medio ambiente y los humedales que son tan importantes mantenerlos y cuidarlos como un tesoro, que no se deben descuidar o vender, aunque esto lo creemos quienes vemos que el fuego de la envidia, se debe apagar en el corazón de cada hombre, que lleva el fuego de la venganza.
He querido traer este pensamiento de Jeremías, que a la letra dice: "y perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, que para siempre arderá" (Jeremías 17: 4) Versión Reina Valera 1960.
Este ideólogo de Jerusalén, nos deja un libro que es interesante desde muchos puntos de vista, incluso desde la salud mental, de la historia, de la Psicología y desde la sociabilidad, que hacen que su sabiduría, siga con nosotros haciéndole una interpretación que nos permita entender que el fuego que le rodeaba a este ideólogo, no nos afecte a nosotros y que podamos ver los corazones encendidos como en el caso de los moradores o tribu de Judá.
Y podamos auxiliarlos con este combustible de la ciencia y la Psicología, que pueden apagar el alma del hombre y su sentido, orientarlo hacia un mundo que está encendido, debido a la manera de vivir.
Y sus creencias, que no han sido trilladas para sacarles el tamo, de la venganza. Hay que entender que este ideólogo logra ver dónde está el problema de la humanidad y su Psicología, lo lleva al epicentro del conflicto que cada cultura que le rodeaba estaba ardiendo por consumir a Jerusalén.
Nosotros que hemos sido llamados a interpretar este fuego clásico en las letras de la Biblia, sabemos que la humanidad que lee las Escrituras, sin el antídoto de las ciencias, seguirá ardiendo por muchos siglos más, debido a que la Biblia, está escrita en el idioma de guerra, y nuestro trabajo ha consistido en traducirla para el lenguaje de las ciencias, donde se produce una letra que es dulce y que es suave, en vez de quemar el corazón como dice el ideólogo, lo fortalece y al mismo tiempo, restaura los sistemas del cerebro.
"La Psicología y las ciencias, apagan el alma encendida del necio, más el inteligente, estudiará los símbolos de la Biblia"
F P
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