LA MAESTRA DE LA SOCIABILIDAD

El mundo de los suricatos, es un mundo muy interesante, y nos muestra algunas virtudes, que son propias de esta cultura sociable.  La suricata, manifiesta un comportamiento muy sociable, y pasa su vida coexistiendo en grupos, llamados clanes.

Esto es algo que debiera llamarnos la atención a los seres humanos, que siempre debiéramos ser sociables.  Realmente la sociedad en el individuo, es un poco compleja, pero no imposible.

Según creemos la suricata pasa toda una vida en esta ciencia de la sociabilidad.  Y debemos entender que obstáculos y problemas por resolver tiene la suricata.

Sin embargo, ella se ha preparado durante la vida práctica para resolver los percances que se presentan a diario en su comunidad, de alrededor 30 miembros de suricatos.

Cada uno de ellos tiene su rol, y debe hacerlo con la mejor naturalidad posible, sin embargo, la suricata está monitoreando principalmente las acciones de su clan.  La organización y el juicio, son los móviles de un clan de suricatos.

El hombre debe tener en cuenta, la cultura del suricato, para poder vivir explorando, su familia.  La familia humana, presenta hoy tantos problemas, tanto dolor y tantos sinsabores, debido a que le falta la sal del conocimiento, la sabiduría y la cultura de la suricata.

Debemos adaptar a nuestra vida, ese principio o esa ciencia que maneja la suricata, que es la sociabilidad.  Estos animales se mantienen en el mundo subterráneo, haciendo cuevas.  Hay muchos seres humanos , que son como la suricata, viven en cisternas rotas en cuanto a la unidad, al respeto y a la sociabilidad.

Lo que el mundo necesita es educación, y esto mejoraría, la capacidad mental del globo terráqueo, y la cultura de la suricata, al mismo tiempo que nos enseña, sería un bálsamo para la tierra.  La amistad es una de las virtudes que tiene la suricata que dirige al grupo o clan, y esto hay que transmitirlo al mundo del género humano.

Ser sociables, es una de nuestras primeras virtudes, si queremos educar, e impartir nuestros conocimientos al mundo que está sumergido en las cavernas de la incultura, y sin conocimiento.  Es necesario que el hombre tome nota de la sabiduría sociable que tiene la suricata, y sus miembros, para que pueda salir de la insociabilidad.

Para que pueda alcanzar la gracia de la sociabilidad natural, una vida que le permite la licencia para vivir en comunidades, donde se practica esta sociabilidad de la suricata.

Estamos aquí en Colombia, trabajando, se podría decir, en el post conflicto, y ahora más que nunca, necesitamos hombres y mujeres muy sociables para la tarea que se está desempeñando como educadores y formadores de seres humanos.

Aquí es indispensable un amor sociable, un sentir amigable.  La suricata ve a su clan, como hermanos.  Así mismo se debe mirar a los grupos alzados en armas, que han entrado en esta etapa para recibir el amor y el calor de la sociabilidad de los seres humanos que están trabajando para que ellos, vuelvan al clan de la humanidad sociable, amorosa y pensante.

A este respecto nos manifiesta, el Apóstol San Juan, lo siguiente: "Si alguno dice: yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.  Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?" (1 Juan 4: 20)

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