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Quiero compartir lo importante de una palabra, y lo documentada que debe estar, en los labios del cristiano y de todo hombre en la tierra, cuando realmente busca, la escuela de la vida diaria. Realmente me quedo sorprendido de poder exhortar a las culturas del jardín, que toman de una manera muy liviana, la expresión que tiene un alcance que enlaza digamos así, con todo el abc de las Escrituras y de las ciencias del cosmos.
Una palabra debe estar sostenida en toda la filosofía del mandamiento. Muchas personas en el mundo, leen la Biblia, y cuando se van a dirigir a su prójimo o a su semejante, necesitan tener la Biblia, en la mano, para dar razón, supuestamente, de su fe.
Esto quiere decir que la persona no sabe ni conoce los principios de la dialéctica y el mandamiento que incluye, poder dialogar con una sola frase. Por esta razón, se perdió el análisis, que no necesita diez textos bíblicos, para poder razonar.
Ni necesita un libro de la Biblia, para poder enseñar desde un púlpito o de una plataforma, hablando modernamente de Google. Sólo llegar a un conocimiento que le permita al orador, entender que la expresión cuando lleva la cultura de la dialéctica, tiene un principio o un mandamiento.
Y cuando estudiamos en la escuela, en la academia, con este perfil dialéctico, incluso no necesitamos llevar libros encima. Por la sencilla razón de que las personas que nos rodean tienen todo un conocimiento sin pulir, y el trabajo del teólogo, del maestro, del sacerdote, del docente, es disolver la expresión, y es colocarle una dialéctica, que le permita brindar el dulce y la gracia de la sabiduría, ya fuese el tema que fuese.
Muchas personas, creen que el dialéctico y filósofo Isaías, cuando nos habla de mandamiento, nos está hablando es de las tablas escritas por el arqueólogo Moisés, en el desierto. Y en ningún momento, es esto lo que la dialéctica y el filósofo, están enfatizando.
Así que la expresión, tiene en sí, en su epicentro, un código, al cual podemos llamar también: mandamiento. Y que no se necesitan diez palabras o diez mandamientos, para enseñar a la humanidad, la cultura de Dios, bien sea o para enseñar a la humanidad: cultura, sabiduría, ciencia y dialéctica.
Pero esto se logra, es leyendo sin ninguna prisa. Y que la voluntad del estudiante de las letras, de la Biblia, de la historia, del proverbio, lo haga muy voluntariamente, entendiendo que esto le beneficiará en gran manera.
Y la palabra, se argumentará como la luna en el cielo, rodeada de luces, de estrellas, y de galaxias, que hermosean ese cielo, que contemplamos en la sabiduría de la dialéctica creativa de Dios. De igual manera, cuando se lee, descuidado, obligado o por temor, es totalmente desastroso, porque las personas o los estudiantes en el mundo, ven el asunto de la cultura como una carga, como un cautiverio.
Sin embargo, el dialéctico y catedrático Isaías, nos la coloca de esta manera: "La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; ... " (Isaías 28: 13) versión Reina Valera 1960.
La palabra, nos conecta con principios, y los principios, tienen un núcleo principal, que es el mandamiento de la razón. Y al hacerlo, lo demás es aprender a leer, a pronunciar, porque esto es elemental.
Por esta razón, es que el conflicto entre algunos cristianos, es muy palpable, porque no tienen una palabra blindada. No hay un conocimiento, que oxigene y que permita el diálogo, tanto con la familia, con la iglesia y con el vecindario del globo.
Al no entender el cerebro, se descompone, igualmente que un motor, cuando le falla algo en sus sistemas internos, y ahí comienza el calvario para el dueño del auto. Cuando leemos la Biblia, y creemos que con tantos textos, vamos a hacer entender a los demás, es un fracaso cultural muy personal, y los que nos escuchan o nos leen, se percatan de la falla del motor del pensamiento.
Los invito a visitar este video que se titula: Hegel, La Dialectica, de una duración de: 3: 12, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=tbyRCq2LIjA
"La dialéctica, mantiene su cultura, y el sabio, la encarna"
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