LA CLAVE DEL HACHA

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El idioma de la metáfora está siempre presente en los labios de los profetas y reyes, que utilizando este método, llevaban a la humanidad a contar no solamente el suceso, sino que la ficción, estaba presente en esta lengua o cultura del globo.

Incluso hasta hoy, las tendencias de los grandes maestros de nuestro jardín, continúan proyectando esta cultura o pedagogía para llegar con exactitud a la visión humana.  En esta metáfora que el científico Elíseo, deja escrita en su diario vivir, escribe algo que sucede en un lugar boscoso, donde salieron varios de sus amigos y estudiantes que le seguían, llevando herramientas tales como el hacha.

La cual ha estado en las manos del hombre, durante miles de años, y se ha utilizado más para destruir los bosques de la tierra, porque no ha habido control en las manos de quienes la utilizan irresponsablemente, y sin un conocimiento científico sobre los bosques, que han sido el blanco, que ha pagado las consecuencias de la falta de conocimiento, acerca de la naturaleza, que merece respeto y conocimiento equilibrado para entender que el destrozo de árboles en ella, impacta en todos los ecosistemas. 

Este hombre de ciencia, resuelve metafóricamente, un gran problema, que se presenta en el bosque, y es que uno de los que iban con él, en esta expedición, empieza a cortar un árbol, seguramente para obtener su madera para la construcción, cercano a la orilla del río.

Al cortarlo, sucede un accidente, y es que el hacha cayó en la orilla de las aguas del río, y el hombre o estudiante de la academia de los profetas, se desesperó porque el hacha era prestada y cayó en las aguas del río.

Esto quiere decir que no tenían herramientas propias, y el hombre lanza un grito o lamento, porque el hacha era prestada.

Este suceso se presta para que este filósofo, pueda crear todo un cuento para la literatura figurada, porque eso de que él, cortó un palo y lo introdujo en las aguas, digamos así, y que el hacha salió a flote, nos indica que el hombre, ha estado destruyendo los ecosistemas de nuestro jardín, incluyendo a los mismos profetas.

Porque traen ideas que en este caso, es el hacha, sin cerciorarse de que se le hace al ser humano, un daño, cuando se escribe en parábola y no se deja claro, o este principiante, corta el árbol, y lo que hace, según el texto, es lamentarse, porque el hacha es prestada.

Sin embargo, las familias que estaban en los montes de Jerusalén, lamentaban más la pérdida del hacha, que la destrucción que estaban provocando a la naturaleza con ideas prestadas.

Creer  nosotros hoy en día, que el hacha que cae en las aguas del río Magdalena o el río Amazonas, por ejemplo, con sólo un pedazo de palo cortado, al sumergirlo en las aguas, dicha hacha sale a flote, esto no es un concepto científico y razonable para las culturas y civilizaciones de nuestro cosmos.

Solamente los niños, pueden creer esto.  Sin embargo, esta razón es la que nos conecta principalmente para percatarnos de esas manos sueltas e irresponsables, de las que este filósofo y conservacionista, nos deja allí. 

Dicho suceso se encuentra registrado en la siguiente cita bíblica, que a la letra dice así: "Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada!  El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar.  Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro"   (2 reyes 6: 5- 6) versión Reina Valera 1960.

Debemos analizar que se cree en esta metáfora, que el hacha se le devolvió al dueño.  Pero realmente el hacha la tuvo que pagar Elíseo, y de pronto, algunos de los que estaban en esta recolección de madera.

La humanidad y los estudiantes de teología, ciencias y filosofía, pueden deducir esto muy claro, cómo las aguas que reciben el hacha que cae sorpresiva o inesperadamente de manos del hombre, que contamina las aguas de nuestro cosmos, pueda salir a flote, con introducir en ellas, un pedazo de palo.

No os engañéis, el bosque y las aguas de nuestro globo, se deben respetar y no lamentar, así como nuestros antepasados.  El que tenga oído para escuchar la cultura de las ciencias, oiga lo que los naturalistas y conservacionistas, aconsejan sobre nuestro patrimonio global.

Los invito a visitar este video que se titula: LA CORTA DE UN PINO, de una duración de: 1: 26, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=dTjS2wqJeCY