La metáfora de Caín y Abel, sigue siendo algo para los escritores y videntes de hoy, un tema para mover las fichas del conocimiento del juego filosófico, en el que la humanidad está involucrada, en este juego de la creatividad pensante, donde los nombres de la ficción, tienen un valor muy importante.
Podemos analizar que al menor de los hermanos, la historia, lo muestra como el más débil. ¿Por qué? porque tiene menos experiencia y menos luz en la vida práctica. Abel muere por falta de conocimiento, no porque Dios no le hubiese tenido su paquete de instrucción y de conocimiento, para poder enfrentar a Caín.
Si no que se descuidó y se dedicó fue a criar ovejas y a hacer las labores del jardín, sin percatarse de sus estudios. Y esto lo fue llevando a la contienda y a menospreciar la cultura general que supuestamente comenzaría con Caín y Abel.
En esta alegoría, podemos introducir una real, que es la de mi hermano Geovanny, él es el menor de mis hermanos, y este Abel, en el jardín en sus tempranos años, se dedicó a trabajar igual que el primer Abel, en el jardín, y descuidó sus estudios y el conocimiento que le sería vida en abundancia, porque la cultura es una fuente de conocimiento inagotable.
En este jardín, muchas personas se le acercaron y le dieron consejo, propuestas que lo podrían haber llevado a una vida superior, y poder ver que su madre y sus hermanos, estaban con él, no solamente desde el núcleo familiar, sino en la prosperidad, y el conocimiento que son elementales para que este segundo Abel, no hubiese muerto en el campo, así como el primero, según el idioma de la metáfora.
Y el tercer Abel, es Jesús, porque analizando las Escrituras, podemos entender que José era viudo, y que al casarse con María, tuvo su último hijo, y resulta ser él, el tercer Abel, entre los hermanos y hermanas, por parte de su padre José.
En la vida y educación de este Abel, podríamos decir que tenía cierto grado de levadura que no compaginaba con el aroma de los demás panes de la cultura judía. Su fragancia era más concentrada, y esto hacía que hubiera una constante rivalidad entre el que comía el pan de sus dichos.
Frecuentemente, las discusiones con este Abel, convertían los recintos y las plazas públicas en una atmósfera pesada, donde los que se alimentaban con el pan del conocimiento figurado, también les transmitía en su composición, comportamiento y expresión, algo de levadura de la discordia y la disensión en cada día.
Por esta razón, los que se alimentan de ese pan, casi el setenta por ciento de la humanidad que lo seguía a él, tenía conflictos en la familia, en el trabajo, en la empresa, y aún hoy, se reparte su pan por las calles, y al comerlo los ciudadanos, se transforma su paz, en discusión.
Esto lleva a un intoxicamiento no sólo de la iglesia de Jerusalén, sino también al mundo entero. Tu trabajo, si decides aceptarlo, es promover el conocimiento puro y natural, para que no sigan muriendo los Abel en nuestro jardín, como estos tres, que son historia, leyenda, filosofía, biología y ciencia.
Los invito a visitar este video que se titula: Por que NO debes comer pan de un Paquete con moho de una duración de: 2: 29 cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=UpNei6fc4Sk
Podemos analizar que al menor de los hermanos, la historia, lo muestra como el más débil. ¿Por qué? porque tiene menos experiencia y menos luz en la vida práctica. Abel muere por falta de conocimiento, no porque Dios no le hubiese tenido su paquete de instrucción y de conocimiento, para poder enfrentar a Caín.
Si no que se descuidó y se dedicó fue a criar ovejas y a hacer las labores del jardín, sin percatarse de sus estudios. Y esto lo fue llevando a la contienda y a menospreciar la cultura general que supuestamente comenzaría con Caín y Abel.
En esta alegoría, podemos introducir una real, que es la de mi hermano Geovanny, él es el menor de mis hermanos, y este Abel, en el jardín en sus tempranos años, se dedicó a trabajar igual que el primer Abel, en el jardín, y descuidó sus estudios y el conocimiento que le sería vida en abundancia, porque la cultura es una fuente de conocimiento inagotable.
En este jardín, muchas personas se le acercaron y le dieron consejo, propuestas que lo podrían haber llevado a una vida superior, y poder ver que su madre y sus hermanos, estaban con él, no solamente desde el núcleo familiar, sino en la prosperidad, y el conocimiento que son elementales para que este segundo Abel, no hubiese muerto en el campo, así como el primero, según el idioma de la metáfora.
Y el tercer Abel, es Jesús, porque analizando las Escrituras, podemos entender que José era viudo, y que al casarse con María, tuvo su último hijo, y resulta ser él, el tercer Abel, entre los hermanos y hermanas, por parte de su padre José.
En la vida y educación de este Abel, podríamos decir que tenía cierto grado de levadura que no compaginaba con el aroma de los demás panes de la cultura judía. Su fragancia era más concentrada, y esto hacía que hubiera una constante rivalidad entre el que comía el pan de sus dichos.
Frecuentemente, las discusiones con este Abel, convertían los recintos y las plazas públicas en una atmósfera pesada, donde los que se alimentaban con el pan del conocimiento figurado, también les transmitía en su composición, comportamiento y expresión, algo de levadura de la discordia y la disensión en cada día.
Por esta razón, los que se alimentan de ese pan, casi el setenta por ciento de la humanidad que lo seguía a él, tenía conflictos en la familia, en el trabajo, en la empresa, y aún hoy, se reparte su pan por las calles, y al comerlo los ciudadanos, se transforma su paz, en discusión.
Esto lleva a un intoxicamiento no sólo de la iglesia de Jerusalén, sino también al mundo entero. Tu trabajo, si decides aceptarlo, es promover el conocimiento puro y natural, para que no sigan muriendo los Abel en nuestro jardín, como estos tres, que son historia, leyenda, filosofía, biología y ciencia.
Los invito a visitar este video que se titula: Por que NO debes comer pan de un Paquete con moho de una duración de: 2: 29 cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=UpNei6fc4Sk
F P C
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