RUDIMENTOS

En el mundo del pensamiento humano, hallamos palabras ocultas en la expresión cotidiana de nuestra relación en la música del lenguaje común.  Y esto debemos mirar y darnos cuenta que la filosofía en ningún momento, es una lengua engañosa.

Su cultura ha trascendido hasta nuestro tiempo, donde se ha desplegado a través de las grandes academias y tecnologías de punta, que sirven para que el hombre tenga acceso al conocimiento y a una necesidad tan prioritaria en el hombre, como lo es un pensamiento desarrollado.

El filósofo San Pablo, hace una advertencia a todos los seguidores del jardín que a través de Google, están siguiendo el conocimiento desde todo punto de vista en nuestro cosmos.  Y es que nadie nos engañe con filosofías huecas.

Las filosofías huecas, no son lo que se está haciendo con las personas inteligentes, que se desprecian simplemente, porque estas personas no tienen el mismo credo o la misma tradición.

Debemos entender que para el filósofo, cualquier movimiento o expresión, es un tema cotidiano que le permite su conocimiento, convertirlo, a través de su sabiduría en canción, en reflexión o tertulia.

En la iglesia de los Colosenses, no entendían el lenguaje de este sociólogo, porque ellos insistían en escuchar una lengua tradicional muy débil, y muy pálida en cuanto a la luz y potencia de la expresión.

Así podemos entender esto que el hombre del antiguo mundo, no ha podido entender, debido a que a la expresión, le han puesto bozal.

Y entonces el hombre sigue con una lengua que insiste en quedarse sin conocimientos que renueven, y que no pierda la gracia de ir aprendiendo cada día, sin dejar la tradición que sería la plataforma que nos trae a nuestra civilización.

Los colosenses, ante los filósofos de otras culturas que los visitaban, quedaban sin combustible, digamos, que tuviera la potencia de alumbrar en el rostro del científico, del analista, del pensador y representantes de las ciencias que llegaban a esta cultura.

Por eso precisamente, los cristianos aún siguen usando palabras sutiles que significan: superficiales en el lenguaje, que no resisten ni tienen la potencia para llevarlos a la fortaleza de un conocimiento global y científico.

Pablo nos dice lo siguiente: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas  sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo" (Colosenses 2: 8) versión Reina Valera 1960.

Podemos entender según el texto que entre la cultura de los rudimentos del mundo, están los hijos de Abrahám y los hijos de Jacob, que al oírlos hablar los estudiantes de todas las ciencias de nuestro jardín, se darán cuenta por la debilidad de su lengua y lo rudimentario de su cultura, cuya filosofía es hueca, sin sentido, sin análisis y profundidad.

Se debe salir de esa cultura rudimentaria, y entrar a adquirir conocimiento que sea práctico, actualizado y que tenga una fluidez y sustentación en las ciencias que el Creador ha colocado en la naturaleza, para que el hombre deje de creer que sólo los hombres de la era de la tradición: pensaban.

Ahora hay que revisar por intuición propia, la Biblia y verificar los rudimentos que los maestros le han enseñado a la iglesia, sin el conocimiento y sin análisis a este mundo que necesita más luz y más ciencia para mejorar la actitud ante la cultura, la filosofía y la ciencia.

Os hago un llamado mis hermanos, a mejorar el concepto ante las culturas y ciencias del jardín que van un paso adelante en lo que concierne a cuidar la plataforma natural, llamada tierra, que sin ella nuestras postreras generaciones, quedarían mudas y sordas, porque no se ha cuidado la naturaleza que es de donde dimana la filosofía, la tradición, la sutileza y el rudimento.

La tecnología nos acerca a estas culturas y nos transporta al mundo cibernético de la civilización de hoy.

"La lengua del filósofo es un polvorín, en los templos, donde los miembros no tienen seguridad en el lenguaje"

F P C