Este blog está dedicado a transmitir el conocimiento acerca de la Biblia, de manera tal que nos conecte con la ciencia, la Filosofía, Psicología y todas las diversas ramas de la cultura actuales.

viernes, 15 de diciembre de 2017

CIENCIAS QUE TRANSFORMAN


Todo el tiempo, la humanidad que estudia la Biblia, se ha alejado del conocimiento y del amor hacia la naturaleza, cuando en realidad, la naturaleza es el epicentro del amor.  Ella nos enseña el amor en sus diversas formas que aún los hombres no terminarán de comprender, sus dos lenguas principales, como lo es el amor, la ciencia y el conocimiento del Creador.

De hecho, cuando el hombre está ciego y sordo, no puede apreciar la ciencia que le rodea en toda la riqueza y extensión que tiene nuestro jardín.  El científico, filósofo y sociólogo, San Pablo, nos deja muy claro que la fe y la ciencia, son uno, y que todos los que digan lo contrario, están simplemente negando la tecnología, la cultura y la civilización de nuestro siglo.

Esta declaración la encontramos en la siguiente cita bíblica: "Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento" (Filipenses 1: 9) versión Reina Valera 1960.

El epicentro de nuestras ciencias debe ser el amor, porque de allí dimana la primera línea de salud para todo el cuerpo familiar y del globo terráqueo.  Cuando no hay este elemento, la ciencia, no es tan efectiva, y se producen otras situaciones que no benefician ni al hombre del jardín, ni a sus semejantes.

Pero si el hombre porque tiene un concepto del amor preconcebido, desprecia el conocimiento que le ofrece en su intensidad el jardín, está pisoteando o echando por tierra, las ciencias de Jehová.

Según las mismas Escrituras, llegará un día en que el hombre conocería las ciencias, y la naturaleza, le mostraría que la oración no es arrodillarse como se ha venido haciendo durante siglos, porque hay razones que nos dicen que son miles y tal vez millones que han perdido sus rótulas, y esto no es una fe razonable o científica.

Otros han perdido su visión por el exceso de lectura, y otros en general, hacen sacrificios que continuamente atacan su propio templo, y allí se está mostrando que no hay conocimiento, sabiduría, amor y ciencias de Dios.

La Biblia, nos cuenta que Pablo, era un científico que comprendía muy bien la fe y las ciencias, que es la fragancia que todos los filósofos y sociólogos de la Biblia, respiraron a cada momento desde su propio hogar natural.

Con la juventud y la niñez, hay que ser muy claros en estos asuntos tanto de la fe como de la ciencia. El Decálogo es la brújula que hace que el hombre comprenda el compromiso con la familia de la tierra.  Y así la humanidad, verá con sus ojos el conocimiento, las ciencias y tecnologías como algo propio e inteligente.

Las aves, por decir un ejemplo de nuestro jardín nos muestran unidad, cuando comienza el tiempo de edificar su nido, luego viene el tiempo de abrigar los huevos, y al eclosionar estos, se intensifica más el cuidado y el trabajo para llevar esta familia adelante, pero aquí nos damos cuenta que el amor, la unidad y responsabilidad, son los tres elementos indispensables, y que sin estos tres elementos, no se puede mantener una familia de aves unida.

Aquí no es tanto la oración, sino más bien la disciplina y la perseverancia de la unidad, porque así lo muestra la misma Biblia.  El cristianismo en el mundo, se ha centrado en todos los tiempos, en orar y pedir insistentemente, sin proceder a hacer lo que el ser humano, debe hacer, que es la acción.

Las palomas no piden, tampoco oran a Dios, pero miremos su ejemplo de amor, ciencia, conocimiento y unidad.  Y su ingeniería, es maravillosa.

De manera que cómo no creer en la ciencia, cuando las aves del campo no solamente creen en la ciencia, sino también en la sociabilidad y el amor familiar para con sus crías.

"Amor, disciplina e ingeniería, viven las aves del jardín global, más el hombre de ciencias, amará el conocimiento"
F P C

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