Este blog está dedicado a transmitir el conocimiento acerca de la Biblia, de manera tal que nos conecte con la ciencia, la Filosofía, Psicología y todas las diversas ramas de la cultura actuales.

lunes, 11 de diciembre de 2017

CEMENTERIO GLOBAL



Al decirle Jesús, a uno de sus discípulos: "deja que los muertos, entierren a sus muertos", parece que fuese algo ilógico que este Maestro, diese tal respuesta ante la sugerencia de uno de los que están presentes, y despreciar al mismo tiempo este momento de dolor y de aflicción, que es común hoy en día, en el ser humano.

Diríamos que el Filósofo Jesús, no tenía en cuenta el dolor ajeno, no creía en la necesidad de que la familia y amigos, pudieran estar juntos en este momento tan doloroso, como lo es el entierro de un familiar.  Siendo Jesús, uno de los sociólogos y humanistas más interesante de su época.

Había algo que Jesús conocía muy bien de este pueblo, y era que esos momentos solían ser muy peligrosos, porque tanto dolientes como asistentes al duelo, consumían bebidas embriagantes, y esto no era recomendable para los discípulos, ni para el mismo que hace la sugerencia de que se le permitiera ir a este entierro.

Ya Jesús, conocía el carácter de cada uno de sus discípulos, y podía prever que Pedro, Santiago y Juan, al embriagarse, se les podría presentar un grave problema, por la simple razón de que estos alumnos en Sociología y Filosofía, no estaban a tono ante esta realidad.

Cuando él dice esta expresión, lo hace para evitarle más dolor a sus propios seguidores, ya que algunos de los que estaban allí no vieron bien esta posición que adopta Jesús, y fueron sus palabras mal interpretadas, pero como todo Filósofo, Jesús, podía haber estado en esos entierros, donde el espíritu es de locura.

Y esta atmósfera, no debe respirar una persona que quiere vivir en concordia y paz natural, con la naturaleza, el hombre y la familia humana.  Hay que observar a través del término o de la palabra, que todos estaban muertos, y Jesús, toma esta palabra del Antiguo Testamento, donde los profetas habían escrito que: "toda la tierra está llena de muertos, aún en sus ciudades y por los campos"

Esto sorprenderá a los estudiantes del jardín, cuando comprendan la relación de las Escrituras que nos aclaran este punto que parece ignorar a la familia enlutada.  Era muy clásico que en esos entierros, hubiera que enterrar en los próximos días, a otro de los asistentes a dicho funeral, porque las personas que tenían problemas familiares o asuntos pendientes de arreglar, lo hacían era en esos momentos, debido a la atmósfera negativa que se respiraba por el mosto o vino que se consumía.

Así que el filósofo Jesús, allí en ese momento no les reveló las cosas tal como son, es decir, una humanidad muerta que estaba regada por todas las ciudades y el jardín de nuestro cosmos.

Pero ¿qué llevó al mundo de ese entonces, a convertirse en un cementerio global?  Sencillo, fueron estas tres cosas:
  • el irraciocinio
  • la insensibilidad
  • la incultura
Es decir que esa humanidad estaba en un oscurantismo, producido por el desconocimiento de la cultura, la ciencia y el conocimiento, que es la vida en la que este Filósofo, enfatiza en sus letras, porque nos dice que él es la verdad y la vida.

Pero para ser una verdad se necesita toda una vida social y disciplina que debe alcanzar cada día, nuestro estudiante global.

Estas son las razones por las cuales el filósofo de Galilea, le da esa respuesta, al discípulo que tal vez estaba llorando y seguramente sentía un dolor grande al no poder ir al entierro de su padre.

Y además había que tener en consideración,  la crítica de su familia y allegados, porque este hombre no asistía al entierro de su padre, pero la realidad es que hay que evitar los tropiezos y las circunstancias, que se presentan en todas partes lógicamente, pero que allí es un foco de problemas que estaban predichos, y que el hombre pensante debe evitar, porque el buen vivir y la buena fama, son la vida entre otras, de los pensantes de nuestro globo terráqueo.

Nuestro texto sobre el cual compartimos esta reflexión es: "Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos"  (Mateo 8: 22) versión Reina Valera 1960.
F P C

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