La tierra tiene la capacidad para albergar y responder a las incógnitas de prosperidad y desarrollo, que ella misma posee, así como la doncella espera al esposo, después de su compromiso nupcial. Al hombre o a la familia de la tierra, le ha faltado más visión, sobre los mares de nuestro cosmos, los ríos, y las fuentes de las aguas que son indispensables, para que la familia de este paraíso, tenga más probabilidades de vida, bienestar y provisión hacia el futuro.
Para que el hombre y la mujer, puedan desempeñar la obra de administrar los bienes, que se le han regalado, debe invertir en cuanto a la educación, y todo lo que se refiere a tecnologías que le permitan llegar a los confines de las profundidades marinas.
He sido un hombre que he estado en el corazón del cristianismo, comiendo y bebiendo como se hace normalmente, en estas culturas que son muy interesantes, y siguen siendo una gran bendición para nuestro jardín global.
Para poder conocer algunas de las problemáticas que se han tenido en el asunto de la unidad, y en el asunto doctrinal. Sin embargo, esto sigue siendo interesante, porque ya el jardín tiene los mecanismos en acción, que son los derechos humanos.
Esto está facilitando que filósofos, maestros y pensadores, puedan colocar la mano sobre el mar de conceptos e ideas que el hombre, ha formado, y podemos decir que esto ha causado un colapso en todos los estamentos de nuestro cosmos.
Al trabajar en esta misión encontramos que las aguas marinas, no son fáciles de conquistar, porque antes que tuviésemos una verdad bien formada y alimentada, para que ruede por las redes de Google y sus demás redes afiliadas, el mundo ha venido construyendo su propia carga, así como lo hace el hojarasquín.
La transformación del mundo o más específicamente del ser humano, se hace indispensable, y en este proceso los que no están dispuestos a las redes de educación, y de familia, de conservación, van entre otros, a protestar, van a hacer propuestas que la unidad del jardín, ya ha activado.
Ahora nosotros como ciudadanos o como culturas del jardín, debemos entender que la unidad es lo que hará que la tierra permanezca en un orden, así como lo describe el Filósofo David, que será, en la siguiente cita: "Asimismo pondré su mano sobre el mar, y sobre los ríos su diestra" (Salmo 89: 25) versión Reina Valera 1960.
La diestra o derecha ha estado anunciando por miles de años, que el hombre o que las multitudes de seres humanos, que se describen en este texto como el mar, hablando en este texto de una manera apocalíptica, y decirnos que al mar le pondréis la mano, es decir, que le pondréis orden a la tierra, y que le pondréis orden hasta a lo más pequeño, como los ríos o fuentes de agua.
Cuando los estudiosos de la Biblia, comprendan que el asunto es de orden y de derechos humanos, respecto a las leyes y a las naciones, ya tendrán la luz en sus propios rostros, que alumbra a las culturas marinas humanas, sin el orden de la Ley de Jehová.
Muchos van a protestar, otros ya están protestando, pero a las ciencias y la sabiduría de la tierra, la naturaleza, ya ha educado y entrenado para que en estas aguas imponentes en los océanos y en toda la tierra del jardín, sea puesta la mano de la razón y tecnologías que prometen que lo dicho por este Filósofo naturalista, deja muy claro en su mensaje hoy, ya que tenemos las herramientas y una humanidad que pide que los ríos pensantes humanos, deben estar registrados en el mundo de la unidad y la ciencia.
La Biblia, siempre me está sorprendiendo, porque en cada momento me lleva al símbolo natural y me deja ver que la naturaleza, quiere colocarnos a cada ser humano, en el jardín, su mano suave y tierna para acariciar nuestros lomos y entonces sentiremos que su caricia desactivará el stress por destruir sus bosques y sus fuentes hídricas, y ya nuestros intereses no serán con propósitos egoístas, sino de unidad familiar en el jardín, donde las culturas científicas esperan nuestro reporte con el realismo de la ciencia e inteligencia global.
F P C
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