Todas las enfermedades, son una amenaza para la humanidad, pero generalmente sucede que los seres humanos, hacen caso omiso a los principios que rigen la salud y el bienestar del ser humano, integralmente.
Y esto es algo que hay que empezar como a entrar en una cultura de salud, donde cada habitante de la tierra, debe responsabilizarse de este tema en el que muchos mueren, sin conocer los primeros auxilios, o acudir a las ciencias médicas, donde vemos muchos casos, en los cuales, las personas mueren antes de llegar a los centros de asistencia médica, precisamente porque ni siquiera hacen un cálculo de cuál es el tiempo que le queda al paciente para llegar a donde se pueda atender, y así salvar su vida.
En el asunto de la curación de los diez leprosos, tenemos que decir algo que le interesará tanto al cristianismo como al humanismo pensante, y a las ciencias, que cada día, buscan hallar en la literatura, ya sea científica, filosófica o psicológica, más profundidad y más conocimiento en este mundo de la Biblia, donde a sus profundidades, se le llama: abismo.
El médico general, Jesús, trata a los leprosos, digamos claramente que por un tiempo, entre la gente que lo seguía a él, pero la gran mayoría de esta gente, no se percataba que Jesús trataba a estos enfermos con medicamentos.
Ellos se recuperaban y asistían a las reuniones, ya fuese en Jerusalén o en cualquier ciudad extranjera, porque tenía una medicina de moda y muy efectiva en cuanto a esta enfermedad. En ningún momento, el texto bíblico está mintiendo en cuanto al número de los leprosos.
Lo que estoy narrando de este acontecimiento, después de haber estudiado las letras de los evangelios, es que todos sabemos que Lucas, era médico. En esa aldea, Lucas estaba encargado de la salud.
Y estaba suministrando medicinas extranjeras, porque los israelitas, no tenían ese conocimiento así como las otras naciones, que se centraban en la investigación y en la ciencia sobre la salud.
De esta forma, los leprosos están prácticamente curados, pero Jesús es el médico principal de esta brigada, porque Él era la cabeza de esos países que querían ayudar a estas personas donde en el caso de esta aldea, como dice el texto, prácticamente los leprosos ya estaban a punto de dejar los medicamentos,
Sin embargo, como era una enfermedad tan vergonzosa, le pidieron a Jesús: misericordia, es decir que los sanara; entonces Jesús, sabiendo ya lo que sucedía y el proyecto que tenían entre Samaria y Galilea, les dio después de saludarlos otro medicamento relacionado con el cual, el doctor Lucas, le estaba suministrando a esta aldea, y se atendió las peticiones de los demás enfermos, y cantaron y bailaron los enfermos y otros asistentes que tenía Jerusalén allí, como auxiliares en salud.
En el transcurso de su viaje entre Samaria y Galilea, a Jerusalén, el último medicamento del tratamiento, surtió el efecto de la terapia completa, y se sanaron de esta forma real y científica, porque ningún médico por muy sapiente que sea, en este siglo 21, puede poner la mano sobre una llaga y sanarla, lo cual jamás hemos visto.
Pero a través de los tratamientos, la medicina y los cuidados, la ciencia médica, cree que hace una obra muy importante por la humanidad, que está doliente y leprosa, en sus ideas.
El texto en ciencia y salud para hoy es: "Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados" (Lucas 17: 14) versión Reina Valera 1960.
Debemos entender que los escritos del evangelio, en cada proverbio o parábola, fueron primero realizadas las cosas y después por la lógica zoológica de la razón, nos indica que se escribe la historia, en proverbio, así como están escritos los evangelios, y además la palabra proverbio, significa: resumen.
En los evangelios, el proverbio lo que nos entrega es una pequeña idea de lo sucedido en el mundo real entre Samaria y Galilea.
"Los inteligentes buscan los argumentos del proverbio, más los insensatos, se mueren, porque desprecian el conocimiento y la literatura"
F P C
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