La psíquica del hombre sin buenas costumbres y modales, hacen de él, un hombre de deseos enfermizos, ya que los patrones del pensamiento, no tienen el color que hace que el cerebro, reproduzca a la hora de reaccionar o expresar, un conjunto que debe sonar a través de las cuerdas vocales en concordato con el sistema de la razón, y entonces la música de la expresión, será agradable al mundo del oído que va y viene en el transitar diario de la vida humana.
El Sociólogo y Rey Salomón, era un hombre que había sido formado desde niño, para una misión específica, y era que entrara en concordato con todas las naciones, al unísono con su reinado. Y este es un asunto bastante de admirar de este Filósofo que no solamente, es como se dice o se interpretan, sus libros, sobre la concupiscencia.
Sino que reinas y reyes, que venían a su palacio, recibían instrucciones acerca de cómo mejorar la vida en cada país, ciudad o nación, que creían que las ciencias eran una alternativa, no sólo de oportunidades, sino también de salud para los estudiantes, en esos diversos países que no creían en la riqueza del conocimiento que podría cambiar internamente a las naciones, debido a que las economías en un país, en este caso, todo lo que hoy es Europa, Asia mayor y menor, y los países que tenían la alianza con este diplomático del conocimiento científico del globo, se acordaban visitas a esta gente o seres humanos que querían escuchar la voz de la solución de sus problemas, y aumentar así su esperanza, con el rey que amaba la libertad y el orden.
De hecho que este rey, en su momento tenía enemigos heredados, sin embargo, su padre lo informó de quiénes eran y que la alternativa estaba en las manos de la inteligencia global, que se permitió abrir paso a unas vacaciones de paz, sobre el planeta.
Pero este rey, mantuvo la línea de la sabiduría científica, y cada día la estudiaba para que fuesen más robustas, sus expresiones, que aún siguen alimentando a la humanidad que desea la justicia y el bien para la comunidad global.
El texto en el cual hemos centrado este análisis es el siguiente: "El deseo de los justos es solamente el bien; Más la esperanza de los impíos es el enojo" (Proverbios 11: 23) versión Reina Valera 1960.
Las personas que tienen una esperanza enfermiza, no solamente sufren ellas interiormente, sino que permanecen intoxicadas con unas letras que no tienen el suficiente oxígeno, para mantener los impulsos sincronizados con el combustible del saber.
Es necesario que en todos los estamentos de la tierra, se analicen cómo la esperanza, los ha convertido en enojo, quiere decir esta palabra, que los ha convertido en desatinados constante y sonante.
Permanecen como león rugiente, buscando a quien asustar con una idiosincrasia que los divide y finalmente, la amargura, los mata de una manera muy lenta como el hombre de fe que rechaza hasta la misma ciencia médica.
La Psicología del hombre, necesita la primera medicina que es activar en él, el deseo de ser inteligente, sabio, prudente y cortés, dejando la idea de que él solo va a vivir en un cielo abstracto, donde la esperanza no es la credencial de la vivencia y tarjeta de la cultura humana pensante.
El enojo continuo se alimenta de lo negativo y otros, que trabajan para que los enojados, mantengan esta energía disponible para responder a sus semejantes, aunque se tenga que cubrir con un rostro cambiante, y una sonrisa que le indica que la palabra no ha estado, en su corazón, y no se ha tomado los sistemas del alma, las coordenadas del pensamiento, que son los indicadores de que el tono de su voz, está alimentado con el ajenjo de hombres que a manera de gusanos, alimentan con su baba, y enloquecen para toda la vida al hombre que no entiende la sabiduría, la ciencia y el conocimiento de nuestro globo jardín.
La Biblia, sigue siendo un libro de consulta abierta para todas las comunidades del jardín, que quieran madurar su intelecto, sus conocimientos y entender la cultura de la unidad en la que hoy, estamos viviendo.
"La esperanza del insensato, la escucha el hijo de mujer, que no entiende las ciencias y que le es amargo, el conocimiento"
F P C
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