La historia de Samaria y sus ciudades, tienen una sombra donde el estudiante aplicado a la historia, debe armar el rompecabezas, que en algunos casos, es sencillo. Hay un momento en la historia de las ciudades de Samaria, que es bastante interesante para el público seguidor de esta historia, que en cada versículo deja algo que lo conecta con la nube del pensamiento o puede ser con la nube de GOOGLE, hoy en nuestros días, para informarse sobre la actualidad y poder ver la historia de la Biblia, con una visión científica.
Por alguna razón, Samaria, fue el epicentro donde el Rey Asirio trajo gente de distintas ciudades y fortificó las ciudades de Samaria. Resulta que en esa migración, podríamos creer que algunas personas, tenían leones y entraron con sus familias a estas ciudades de Samaria, secretamente, sin que el rey Asirio, fuese involucrado en este asunto.
Los emigrantes, es decir los desplazados, ignoraban la naturaleza. Nunca tuvieron en cuenta el conocimiento de las bestias del campo, ya que era muy frecuente caer en sus garras, por falta de conocimiento acerca de ella.
Debemos tener en cuenta también que al rey Asirio le preocupa este problema que se presenta en el momento en que las ciudades de Samaria, sus calles, son congestionadas con seres humanos, que no tienen ningún tipo de instrucción, dándonos claramente a entender que estas gentes que llegaban a las ciudades, eran analfabetas, porque si no sabían enfrentar un león en las calles de Samaria, ¿cómo se podría creer que esta gente fuese capaz, y que en el campo fueran laboriosos y fuertes?
Era todo lo contrario. La gente que estaba aglomerada en las calles de estas ciudades, eran físicamente débiles, porque en sus hogares, en el desierto, habían vivido su niñez y su adolescencia en el ocio, y en ningún momento tuvieron comunión con la naturaleza.
Cuando el hombre o la familia del jardín, es activa, en alguna de sus redes de laboriosidad, las bestias del campo, se darán cuenta por el físico del hombre y por su transpiración que allí, frente a ellos, no hay debilidad o anemia, y su rostro les indicará que el hombre, es su defensa indispensable para que la naturaleza postreramente, mantenga su promesa de cuidado y respeto, que es lo que hace que el hombre y su medio ambiente, permanezcan.
Estas gentes trasladadas como lo dice el texto, eran neófitos en cuanto a la vivencia en las ciudades, donde se requiere conocimiento práctico de estas culturas y ciudades de Samaria.
Podríamos decir que los leones, hoy en día, en las ciudades del jardín, son el ignorar la educación y dejar el campo, creyendo que en las ciudades los van a acoger las entidades para refugiados, sin que las personas, tengan que ser educadas y enviadas a sus tierras, y otros se quedarán en las ciudades, si la empresa los acoge, laboralmente, y de esta manera, cuando el conocimiento habilita al hombre, ningún león en la calle, podrá resistir no solamente el intelecto del extranjero o de migrantes, porque su sangre está caliente y no permitirá que el irraciocinio, lo devore.
La cita sobre la cual estamos reflexionando es la siguiente: "Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones, los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra" (2 Reyes 17: 26) versión Reina Valera 1960.
Vemos a través de las letras que se colocaron unos sacerdotes al frente para dar instrucción a estas culturas reunidas, que carecían del conocimiento de sus culturas, y estaban como árbol en el desierto marchitados, porque la savia del conocimiento, no fluía en sus venas, que es el motor, para que la vida humana, despierte de ese mundo o cultura de la depresión.
Y en ningún momento, Jehová, envió leones a estas ciudades, con el fin de producir esta masacre que registra el profeta Jeremías.
Como dijimos antes, los leones se los habían traído, camuflados, algunos enemigos por alguna venganza o que querían acabar con estas gentes que estaban totalmente sumidos en el sueño del irraciocinio.
"Dios es amor, inteligencia y sabiduría. El hombre responsable se cuidará de la injusticia".
F P C
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