La pedagogía, es algo muy indispensable para que el estudiante, tenga una imagen bien definida y pueda entender la situación que tenían tanto el pueblo de Jerusalén, así como las naciones que le rodeaban.
La pedagogía es de los grandes maestros, de los chicos y grandes, que estudian el arte de la educación, a través del área de la ilustración.
El pedagogo Jeremías, es un maestro que en esta área sobresale, debido a que contemplamos en sus libros, cómo este pedagogo trata de convencer al pueblo de que con cargar un yugo sobre el cuello, solucionaría los problemas internos del alma.
Nos podríamos hacer una pregunta ¿realmente este yugo físico, nos podría hacer cambiar de actitud? podríamos decir que naturalmente el alce, tiene un yugo, y que es su cornamenta, lo cual es bastante atractivo contemplar en su medio ambiente a estas criaturas, que en cada instante del movimiento de su cuello, deben tener la fuerza calculada, para mover este yugo, ya que si fuese en el ser humano, sería algo espantoso.
La ciencia de la Psiquiatría, busca en las Escrituras, entender estos dos ejemplos, que la pedagogía, expone tanto en la Biblia, así como lo hace el mundo natural. Pero notamos que el ser humano, no cambia o no mejora su situación mental, ni con el yugo, ni con la cornamenta del alce, que Dios, se la hubiese regalado al hombre.
Son cosas sencillas del arte ilustrativo, que Dios le pide al pedagogo de Jerusalén, que trabaje en el asunto de la pedagogía, con la gente que no comprendía y que más bien tenían que poner cargas adicionales en su cuello.
Este servidor no ha querido colocarle más carga a la cerviz de sus semejantes, lo que ha hecho siempre como maestro de la Biblia, es llevar una pedagogía que esté sustentada en la cultura global de la psiquiatría pensante.
Así nos damos cuenta que colocarle el yugo u otros objetos al cuello del ser humano, no es necesario, porque esto perjudica la salud y puede producir o promover un dolor en el cuello y quedar con un espasmo que complicaría más el asunto.
Las cosas que nos rodean, son las herramientas que el Creador, ha diseñado para todos los pedagogos que incursionan en el mundo de la Psiquiatría, y así, podemos entender cómo el alce vive con el peso de su propia cornamenta, que le enseña a vivir en el campo abierto del desierto, y precaverse de aquello que lo pueda enredar en su camino.
Esta llave de la pedagogía natural y filosófica, nos deja con salud a cada momento que la contemplamos, y los israelitas que habían quedado afectados, se lamentaban no haberse fijado en ese esplendoroso alce, cuyo yugo natural, cuenta la gloria de la libertad y la sabiduría en nuestro jardín global.
La cita a la cual estamos haciendo referencia, dice textualmente así: "Jehová me ha dicho así: Hazte coyundas y yugos, y ponlos sobre tu cuello;" (Jeremías 27: 2) versión Reina Valera 1960.
Parece que todos los reyes que rodeaban a las culturas de Jerusalén, necesitaban un yugo, y entonces este nuevo invento se les vendería a las culturas extranjeras, creyendo que esto solucionaría el problema.
Sin embargo, la Psiquiatría del jardín global, ha estado detrás de estos comportamientos, que en realidad es muy bonito leer el texto y la figura que tiene, pero hay que tener en cuenta que el hombre, a la fuerza, no se educa, ni tampoco cambia, así como lo pensaba el pedagogo Jeremías.
Esto lo que trajo fue más enfermedad a las naciones, que creyeron en dicha filosofía, porque aún el alce en su medio ambiente, no ha cambiado sus cuernos, debido a que él los mantiene con su propia sangre.
Cuando el hombre comprenda que sus ideas, deben ser mantenidas con la fuerza de su propia sangre, y no con la ajena, comprenderemos por qué Dios, le colocó naturalmente al alce, sus cuernos.
Así que este espécimen no cree en yugos ajenos, porque él tiene la potencia de su propia responsabilidad, y cree en ellos, y que no deben aceptar el sacrificio de otro animal.
Jeremías lo que hizo fue vender un sacrificio de madera, clavos y puntillas, más nosotros debemos comprender el mundo, la creación y al hombre principalmente; así como promover el conocimiento y el estudio de las ciencias; ya que los sacrificios, los dejamos para los reyes y la cultura de alces humanos, sobre este jardín que han creído que un yugo puede enderezar al hombre animal.
F P C
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