Amanece un día con la atmósfera baja y su medio ambiente es sereno. Al levantarme observé en los sitios de observación, donde encuentro un grillo o saltamontes de color verde, en una posición muy peculiar, ya que tenía sus dos patas traseras despegadas totalmente del palo, en el cual se encontraba reposando, totalmente relajadas.
Me dio la impresión de que había caminado mucho tiempo en las horas de la noche, y su camino le había maltratado, sus patas traseras, que habían resistido la caminata durante largo tiempo. En las patas magulladas y maltratadas pude leer, que necesitaban de un considerable descanso.
Hay muchas personas que en la noche de sus tinieblas humanas, van caminando por caminos que le son difíciles a sus pies, y que maltratan estos miembros, sin percatarse como el grillo, que están perdiendo su tiempo, y ganándose enfermedades que son las que terminarían sus caminatas por un mundo oscuro del cual, las tinieblas, no dan cuenta.
El hombre es muy semejante al saltamontes, porque el saltamontes no tiene una ruta definida. Esto nos hace pensar que cuando el hombre no piensa, las ideas no están formadas y alimentadas para dar un paso en el mundo oscuro de la naturaleza.
El hombre necesita luz propia, para poder caminar y no cansarse, volar y no detenerse, nadar y no ahogarse, y pensar sin confundirse. A los estudiantes de la Biblia, le estamos haciendo un llamado, con esta metáfora, a que reposen, no los pies, sino los sistemas del pensamiento, y no se recarguen con tantas lecturas que no impactan en la conciencia.
Cualquier literatura, debe estudiarse, metódicamente, y entonces el espíritu de desenfreno en las letras, se irá tranquilizando, y la mente se abrirá, debido al conocimiento y las ciencias que están poseyendo el mundo del cerebro.
El grillo reposa sus patas, el hombre reposará sus pensamientos. Se debe tomar la Biblia y albergarla en los sistemas de la mente, luego se lleva al mundo natural y real que Dios creó. Si es que entendemos que las Escrituras, tienen el cincuenta por ciento de historia natural.
Cuando el cristiano en el cosmos, se percate de esta gran verdad, podrá hallar la llave de las ciencias que abran la Biblia, y nos permiten ver su auténtico contenido filosófico, científico y humano.
Un estudiante de la Biblia, me hacia la pregunta de cuál era mi fórmula, para este conocimiento que produzco. Yo le contesté: en primer renglón, la Biblia; en segundo renglón, las revistas de ciencia, y en tercer lugar, la naturaleza viva y directa.
Por estas razones, estoy mostrándole al mundo en esta materia, un nuevo pensamiento, un nuevo libro, donde pueden los hombres y mujeres del mundo, encontrar un mensaje que lleva el noventa y cinco por ciento de naturaleza pura, de mi propia investigación, y el cinco por ciento, es un proverbio de la Biblia, que sostiene a todo el texto natural que he creado, para el mundo inteligente, sabio y de razonamiento acerca de las ciencias de la Biblia.
"Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas" (Salmo 25: 4)
F P
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