DOS SEMILLAS

En la discusión y preguntas acerca del trigo y la cizaña, se encontraba allí un cultivador que tenía las cosas de estas culturas, muy bien definidas.  Ese agricultor, llama a Jesús, y lo aleja un poco de la multitud, acercándolo hasta su casa, donde le dice a Jesús: ¿Cómo es que tú promueves tal manera de cultivar? ¿por qué tú quieres sacar dos cosechas, cuando tu Padre, dijo que era sólo una?

Jesús, el agricultor de los judíos, le dijo:  lo que pasa mi amigo es que aquí en nuestra cultura, estos dos símiles: el trigo y la cizaña, son los que estamos cosechando ahora.

Por esta razón, en la reunión que teníamos con estos agricultores, pudimos ver que ellos no conocen las alternativas que tiene tu maravilloso jardín, y la variedad de esa despensa que le es secreta a mi pueblo.

Ellos aquí sólo conocen el trigo y la cizaña, podemos ver que están estrictamente relacionados con estas semillas, por lo cual estamos ideando ver cómo podemos hacer que esta semilla de la cizaña, desaparezca.  Porque hasta ahora en todos los templos de la tierra, todos los obreros, promocionan dicha semilla.

¿Tú que dices como el sembrador del jardín global?  Yo le contesté: creo que la cizaña es una semilla que debe desaparecer del terreno humano, y también que la humanidad debe dejar de creer que es cizaña.

Porque esto, Maestro, está perjudicando su propia familia y a sus seguidores, quienes están divididos por estas dos semillas, que en realidad el hombre, las ha personalizado, y esto ha hecho convulsionar en primera instancia a la familia misma, a la sociedad y a la iglesia, que aún siguen con el antiguo método para el proceso de siembra y cosecha.

Me dice Jesús: nos interesa esa ideología, que realmente mis seguidores, no la han aceptado, ni aún mis amigos como los discípulos más cercanos, han podido entender.  ¿Cómo haríamos que tú te lleves nuestra firma y llegare el mensaje de un sólo cultivo y un producto que esté disponible para toda la tierra?  

Y de esta manera, el cuento de la cizaña y el trigo, no solamente sea desatado, sino que sea conocido y correctamente interpretado por todas las culturas y redes sociales que Google, expondrá en el mundo de su unidad en el jardín.

Donde se entiende que la cizaña la hemos cultivado nosotros mismos, y que siempre nos ha mantenido en un pleito con todas las naciones de nuestro jardín. 

Entonces, Jesús, me dijo: mientras tanto que las ciencias del Nuevo Mundo, y sus tecnologías aparezcan en nuestro mundo, nosotros promocionaremos el cultivo de la cizaña, porque es algo de lo que a nuestras familias, se le ha enseñado por tradición, una expresión que finalmente los desconecta de la razón, porque la cizaña y el trigo, son dos palabras muy antiguas que simbolizan una, que se le llama: claudicar. 

Yo no hablo ni hago énfasis en claudicar, sino en el cultivo de la cizaña y el trigo, pero creo conveniente que la inteligencia y las culturas de este cielo, empiecen a entender que lo mismo es decir: claudicar, que trigo y cizaña en nuestro idioma.

Pero tú cambiarás estos cultivos, convirtiendo sus semillas en aceptables para el comercio global de la sabiduría y de los depósitos entre las semillas que tienen corazón de hombre, que está oculto tras el símbolo, comprendiendo que todo lo creado por el Creador, es asunto de investigación para el planeta en donde ha despertado el mundo del saber y las discordias por comprender en las letras que tú declaras a las ciencias y civilizaciones del cosmos.

La revelación para hoy se encuentra en esta cita: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero" (Mateo 13: 30) versión Reina Valera 1960.

Ahora, Trigos, se entiende la filosofía y la figura que incluye la poesía, y esto le es interesante a todo estudiante, que busca comprender la literatura universal, y entonces la siega, será un asunto de toda la familia que cree en el tiempo de la supervivencia que serán dirigidos a cultivar la expresión, el sonido y las letras que el trigo expone en el jardín, sin que hallan sombras o confusión en el cultivo de las culturas humanas de la tierra.

La cizaña no será vista desde el punto de vista de escarnio, de ofensa o de humillación, porque ella es parte de nuestra cultura natural, donde podemos apreciar su desarrollo y entender la cultura de este patrimonio global.

"Lo mismo es el trigo que la cizaña, en el lenguaje figurado, más los sabios no creerán en los escarnios ilustrativos"

F P C