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En el aspecto de la visión, es muy importante tener un conocimiento que permita disipar la neblina que hay detrás del lente de los ojos del género humano, que no le permite tener una visión clara y nítida, como el mismo día que está viviendo, y poder discernir la realidad que le ofrece el medio ambiente natural humano.
El filósofo Jesús, era el hombre que se acercaba a las multitudes, algunas veces, para poder contemplar de cerca, esa nubosidad que no permitía que se pudiesen ver unos a otros, y ésta ha sido la causa durante miles de años, por la que el hombre no puede definir la imagen de su semejante, y ve distorsionada la obra y la sabiduría e inteligencia de su semejante.
A esta neblina, se le ha llamado en la Biblia: egoísmo. También se le llama: vanidad. Y también se le llama: ignorancia. La neblina de la ignorancia, se va acercando a la visión del hombre, de una manera muy silenciosa, de tal forma que la persona no se percata.
Así mismo como sucede en las montañas que rodean a nuestra ciudad, podemos observar este fenómeno muy clásico y natural en el tiempo de invierno, generalmente. La neblina va ascendiendo sobre la montaña, de tal manera que la va poseyendo al amanecer, otras veces ocurre al atardecer, pero en si, el fenómeno es el mismo.
Esto ocurre en la gran mayoría de seres humanos, ya sean cristianos o que niegan la realidad que se vive en el cerro de la injusticia humana. La naturaleza es un medio no solamente fantástico para poder ver cómo el ser humano cada día se enceguece naturalmente.
Y su ceguera lo lleva al fracaso, y no valdrá que el mismo Jesús como filósofo y como humanista, se le acerque, porque no le puede ver. Hoy en día, hay maestros, doctores, científicos y psicólogos que se acercan a estas multitudes para hablarles, hacerles un llamado de atención a dejar el conflicto y la discusión, y no pueden ver, porque la neblina de la discusión es tan intensa que ya se pierde la visión y la razón.
Durante mi vida he aconsejado a algunas personas, cuya visión ha sido poseída y ha sido imposible detener a estos seres, que la neblina les ha alcanzado a poseer el cerro de la conciencia. Porque ha sido invadido y allí ya no se puede sentir y analizar, sino que cada vez, los malos procederes y la venganza, no les permiten poder ver, porque su visión no discierne y se han enfrascado en la neblina que los rodeó así como al cerro.
Al respecto dice el científico Jesús, filósofo y psicólogo: "Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no lo conociesen" (San Lucas 24: 16) versión Reina Valera 1960.
La educación científica es uno de los métodos que empiezan en el ser humano, a disipar las tinieblas, es decir que la visión humana y las telarañas que tenga en sí el lente, van desapareciendo igualmente a la manera en que llegaron.
Porque al mirar los cerros de la montaña occidental que tiene nuestra ciudad, he observado el mismo fenómeno que le sucede al hombre. Y he podido apreciar como el oro, que la neblina, empieza a mitigar de una manera no apresurada.
Lo hace muy lentamente. Hay que detenerse a contemplar esta escena que es tan similar, para aquellos que están en las tinieblas de la murmuración, la discusión y la contienda, e incluso piden que Jesús, venga a ellos para que les resuelva sus problemas, ya sean económicos, de cultura o de familia.
Sencillo, la naturaleza ha sido autorizada para que resuelva este problema, uno a uno, de aquellos que quieran tener una vida respetuosa, amable, cortés y tener una cultura que vaya desapareciendo la nubosidad, que no les permitía entender al género humano.
Porque simplemente se han contaminado con las ideas que han escuchado y que no tienen el fundamento del amor viviente, más la naturaleza, es el antídoto para que el hombre pueda mejorar en todos los aspectos y deje de juzgar a sus semejantes.
Esa cultura de murmuración y de ceguera, debe por cuestiones de leyes naturales y conocimiento, desaparecer del cerro de la humanidad, que busque el buen entendimiento, y que no se paren en las plazas públicas o en cualquier parte a discutir sobre temas que calientan el espíritu y la sangre humana, y lo desvían del camino de la observación y la inteligencia para contemplar la naturaleza.
Los invito a visitar este video que se titula: LA VISIÓN DIFERENTE DE LA CIUDAD - C C J G, de una duración de: 2: 56, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=OT8Ay9IFNP8&list=PLzD4cflvP5uMsvFnw7ZvxryxpqfouUcEk&index=5&t=0s
"Neblina he visto en las montañas, y oscuridad en los ojos del contencioso"
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