En la ciudad de Mocoa, Putumayo, al sur de Colombia, realmente se ha escuchado un lamento de dolor y de destrucción, que hoy la tierra, ha sentido y llegado hasta el corazón de entidades y empresas, que sienten la pérdida de estos seres humanos que fueron sepultados por una avalancha que es historia y dolor para el mundo, que nos parece sin sentido.
Y es que los medios de rescate y comunicación, nos presentan casos de personas entrevistadas, donde nos muestran el perfil, de los desastres que la avalancha dejó a su paso, luego del transcurso de unos días.
Escuchamos el sentido relato de un esposo, que perdió a su esposa y su hijo de once años, quienes desaparecieron en los límites de su jurisdicción. Pero al seguir observando, vemos el perfil y el dolor humano, de otra familia, a la cual también le sucedió algo similar, ya que en este caso, se salva una muchacha de unos dieciocho años de edad, perdiendo igualmente a sus familiares.
La descomposición en esta ciudad con respecto a los olores, es bastante alta, es decir que tiene la característica que anunció Jesús de una manera general, debido a que se debía advertir al mundo sobre terremotos y pestilencias, que no se conocían, ni se habían dado para nosotros.
Podríamos decir que hace años atrás, Mocoa y sus habitantes, no creían en las predicciones de la ciencia, y esto ha sido una de las cosas que ha dejado centenares de muertos en el mundo. Pero hay un principio que quiero dejar claro en este blog, y es que la naturaleza, produce vida y ella misma la destruye.
Así que el estudioso y analista Jesús, nos dice de la siguiente manera: "y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo" (Lucas 21: 1) Versión Reina Valera 1960.
El científico Jesús, está anunciando, lo que estaba pasando en la actualidad de su mundo. Pero la mayoría de la humanidad, no creía en estos anuncios científicos. En asuntos de pestilencias, según la historia de Israel, esto ocurría frecuentemente, y la gente llegaba hasta morirse de hambre, y la economía colapsaba.
Podríamos decir que la historia nos lleva a otras naciones en ese continente, donde el hambre y la necesidad de ayudas, ha sido casi permanente. Sin embargo, este científico en la cultura de Israel, registra algunos de estos datos que le serían como un tesoro a los demás estudiantes del globo, en asuntos de historia y de advertencia sobre los terremotos en cualquier parte de la tierra.
Lo que ocurre en Mocoa, no es un terremoto, es una avalancha y lo que se siente ahora, es el hambre, la pestilencia, el dolor y el trastorno de miles de personas que han quedado aterrorizadas, con una psíquica golpeada ante estos sucesos, que la naturaleza, regularmente produce.
Pero que ya Mocoa, había sido advertida de un peligro inminente, y sus moradores, no lo recibieron en la conciencia, y esto es lo que hoy lamentamos grandemente.
Lamentan las familias con gran terror y el vecindario, aquí en Colombia, y en otras partes del mundo, están asociados a las necesidades de estos ciudadanos que caminan por en medio de los escombros que antes eran calles, aterrorizados, buscando señales de vida de sus familiares.
Sin embargo, la ciencia hoy, en nuestros días, también tuvo sus enviados en la ciudad de Mocoa, para decirles en su idioma, que la ciudad estaba en inminente peligro, y que el desastre sería fatal, y el terror, el hambre y la pestilencia, surgirían de en medio de sus ruinas.
Seguimos creyendo que el científico Jesús, nos deja una información muy interesante en el asunto de los descuidos del hombre, y entender que esto sucede por desconocer el medio en que vivimos.
"Terror, hambre, pestilencia y desolación, son los resultados del desacato al conocimiento, la ciencia y la sabiduría"
F P
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