Este blog está dedicado a transmitir el conocimiento acerca de la Biblia, de manera tal que nos conecte con la ciencia, la Filosofía, Psicología y todas las diversas ramas de la cultura actuales.

domingo, 17 de febrero de 2019

EN EL IDIOMA JEROGLÍFICO


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En el mundo del lenguaje apocalíptico, la especulación, es el pan del día.  Porque el cristianismo, ha creído, que cuando en Apocalipsis 4 se habla de un trono, se está hablando es del cielo, en esta visión.  Y ya tenemos la llave principal para este texto, entendiendo que realmente Juan, en primer lugar no nos está hablando de un cielo abstracto.

Si no de los líderes de la tierra o nos está hablando de los 12 gobernadores que tenía en las provincias, el Rey Salomón.  Y para completar el número conforme a las Escrituras, Jesús, tiene 12 discípulos, que representan las 12 tribus de Israel, éstos 24, que se componen de las dos partes del tiempo de la Biblia, son los que él utiliza, para narrarnos una historia interesante y de pronto ha sido bastante complicada, para los lectores de la Biblia, en el templo o en reuniones, donde ella es la que predomina.

Debemos recordar que entre estos 24, sus vestidos o sus ropas, son blancas.  Para nosotros, el vestido blanco, es la sinceridad, y es la cultura que se está imponiendo en este mundo, donde se debe decir la verdad o confesar, porque el trono de la justicia humana, así lo ha estipulado, en su código.

Yo nunca desde que he estado leyendo el libro, me he podido imaginar, un cielo, primero más bello y hermoso que en el que estamos viviendo, conjugando el verbo, con coronas de oro, en la cabeza.  Esto es algo que Juan le inserta al texto, para que tengamos la impresión de que son reyes.

Pero en realidad, el reinado de esta humanidad no consiste en coronas de oro, porque el sabio tanto como el inteligente, sabe que eso es un estorbo, en la cabeza, que eso perjudica el cuero cabelludo, y que a la hora de la verdad, nos transformamos como el alce, que para donde quiera que va, por lo menos en la parte del mundo occidental en donde estamos, en sus rastrojos, pastizales y montañas, resultaría imposible vivir una vida en paz.

Esta visión, nos está contando es más bien de una cultura que se está implantando en la tierra, donde va surgiendo lentamente, y en este caso, dándole sentido a la corona de oro, que es el conocimiento que está poseyendo la tierra como una levadura que leuda la masa humana, que aún sigue leyendo el libro, sin tener en cuenta, que la corona es el oro de la sabiduría, que cada ángel humano, posee.

Entre la lista de los seres vivientes de este capítulo, encontramos a uno semejante a un león, tendríamos que ser niños descuidados con la lectura, para pretender que el símbolo del león de la tribu de Judá, realmente es Jesús, por lo tanto el teólogo San Juan, incluye supuestamente para la humanidad cristiana, el león, en el cielo.  

Pero esto son cuestiones técnicas de la escritura, tanto en el tiempo de él, como hoy.  He enfatizado, que el proverbio lleva una imagen y como se ha creído no en lo nuestro, y el énfasis ha sido, que creamos en un cielo sin argumentos científicos, la humanidad al leer este texto de Apocalipsis que a la letra dice así:

"El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando." (Apocalipsis 4: 7) versión Reina Valera 1960. 

En este caso, no usa el filósofo San Juan una sola figura, sino que utiliza para el texto, 4 figuras, y la humanidad, ha cogido un rumbo o un laberinto, que se le llama: Apocalipsis.  Simplemente, porque no hay coordinación en los 24 ancianos que proyectan el oro de sus coronas y las ciencias de su sabiduría.

Anciano, sabemos todos que en todo tipo de cultura significa: experiencia, ciencia o conocimiento, aunque a veces no ocurre esto, ya que es la persona que menos conoce.  De manera que éste productor creativo, listo y sabio, coloca en su libro, un asunto difícil para los neófitos en el razonamiento.

Porque hay muchos seres humanos, que son eruditos, pero desconocen el oro de la interpretación, que realmente se presta para que el ser humano, sea valorado y respetado y se tenga en cuenta, al enseñar las figuras o ilustraciones y símbolos que éste filósofo enfatiza con su pluma, las antiguas culturas, e incluye al mismo tiempo, la nuestra cuando nuestra teología, despierte y el mundo se levante y salgan del cautiverio de una teología que mantiene al miembro de la iglesia, encantado y hechizado con voces y cuentos de hadas que nunca podrá él, percatarse de que el trono blanco, es la humanidad.

Y que los que llevan la corona del saber, son como nosotros, y que en la cultura universal, sus tendencias, son el amor y la ciencia.  Estos 24 son en si, el conocimiento que rige los destinos del mundo, hoy y siempre.

Y un detalle, Juan no ve a Dios, en el Antiguo Testamento, tampoco algún profeta pudo ver a Dios, sin embargo hay que analizar a cabeza fría, cómo es que los escritores de la Biblia, en algunas partes, aseveran haber hablado con Dios.  Son detalles de la teología del Nuevo Mundo.

No es que no haya Dios o un Creador, sino es que el hombre, no discierne las letras de los profetas, ellos hablan de un dios como ellos.  Sin embargo, en nuestro Nuevo Mundo, hablamos de un Dios invisible, y sin amenazas, sin que se transforme en león, sin que tenga rostro de becerro o sus labios sean como los de la serpiente, por ejemplo.

Los invito a visitar este video que se titula: Águilas Cazando.  Mongolia/Planet Doc Express, de una duración de: 3: 15, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=lpMWSj84Hvc

"Ciencia y ornitología, les he dado, dice Jehová, más la biología y la filosofía, les hará comprender la literatura"

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