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Todo surge de la nada, para muchas personas en la cultura de Otaré. Debido a que los promotores o los que lanzaron el proyecto del tigre, fueron los adultos. Cuando llego al escenario, ya estaba el punto principal de partida. En las calles se escuchaba el rugir de un tigre que huía como si buscara un refugio, una cueva, la cual aún se llama: la cueva del tigre.
La mañana era promisoria, en el ambiente se sentía el aroma a felino. Y sus pintas, dejaban ver que en sí el tigre, quería impresionar o llamar la atención a las familias más cultas de aquel entonces, como los Lemus Lanzziano, los Molina, los Dodino, los Quintero, los Riaño, los Navarro, los Lozano, los Chinchilla, los Cueto, los Rodríguez, los Gutiérrez, los Mandón, los Cárdenas, los Ríos, los Pallares, los Duarte, los Toro, los Santana, los Jiménez, los López, los Chogó, entre otras familias que fueron quienes por primera vez, vieron a su primer tigre.
Y Emel Castro, con su familia, que hacía el papel primitivo, para este proyecto que sigue siendo una fuente de inspiración, para este servidor, que la fiesta en los primeros días del año y la que más dividendos traía a nuestro pueblo, ha sido y será la leyenda.
En aquel entonces, no se tenía una estructura como la de hoy en día, que tiene la danza del tigre para jóvenes y la danza para niños. Podemos decir que el Dr. Jorge Lemus era un muchacho, y su musa en cuanto a esta fiesta, no había llegado, para alegrar el corazón de aquellos que cansados de trabajar y de atender, tanto el campo, como la empresa, llegaban a descansar y a disfrutar de la cultura musical que la traía él consigo por heredad.
También observábamos en las calles, otros personajes como el diablo, el oso, la muerte y otros disfraces, que traían los que venían a gozar en este paraíso tan interesante, por su cultura, amistad y respeto.
El reinado era muy interesante, por sus comparsas, que atraían más a las familias, con el espíritu de compartir y de vivir una fiesta o una leyenda, donde más adelante aparece este servidor, y así unificamos los conceptos en cuanto a la composición que haga énfasis en la fiesta.
Y el folclor autóctono de nuestra cultura, camina enfatizando las vivencias de esta leyenda que hoy se conoce como la leyenda del tigre. Ya la leyenda es una vivencia que el mundo del jardín global, conoce.
Pero quiero también destacar a otra persona en esta ocasión, y es a don Oscar Lemus, quien fue no solamente un promotor, sino que vió con sus ojos cómo el tigre entra al pueblo, siendo perseguido por el cazador, quien para asustar al tigre, llevaba unos peroles de arrastre y cinco perros.
Este personaje a quien siempre lo admiramos, por su conocimiento en las letras y la música, era un hombre cuya amistad y confianza, era para con todo el público que lo visitaba en su hogar. Su manera de ser, era muy reposada, no era un hombre que estuviese hablando todo el tiempo, y cuando lo hacía, lo hacía con un tono, que siempre me llamó la atención, por su manera de pronunciar y luego con el tiempo, leí un libro sobre la educación de la voz y su uso correcto, y comprendí por qué este maestro de Otaré, tenía esta peculiaridad para expresarse.
Estas familias de mi pueblo, son las gestoras de que hoy Otaré, tenga tantos atractivos naturales, como aves, montañas, agua, que es necesario mantener, para el futuro, tanto de la familia humana, como la misma naturaleza.
Asimismo la leyenda del tigre, sigue esperando más poetas, intérpretes y más gente que entienda la sociabilidad y la cultura de las tecnologías para que el mundo, conozca la obra de las manos de los hombres, que hicieron posible disfrutar y continuar en el mundo de la leyenda de Otaré.
Los invito a visitar este video que se titula: DANZA DEL TIGRE DE OTARÉ, de una duración de: 1: 16, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=2Cur6aSb0bE&list=PLzD4cflvP5uPYB6kiUQ0uhCixZuh10Pc7&index=11
"Naturaleza y familia, unifica al tigre, con su leyenda"
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