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Los tiempos y las ocasiones, son difíciles de que desaparezcan, porque es algo que es clásico y fundamental para el planeta tierra. En este momento de lluvias sobre el planeta, hay personas que suelen decir muy común, en las plazas públicas y aún en el campo, que en este momento si está el clima como era antes.
Refiriéndose a que está lloviendo copiosamente. Pero en esto se nota que las personas comúnmente o del común, ignoran los tiempos. Y en esto hay que tener en cuenta, los tiempos de invierno y los tiempos de verano.
Tener bien claro en los sistemas de registro de las neuronas, para poder ver el mundo más fresco, más húmedo y no dejar que el vocerío de las personas que no conocen la naturaleza, ni sus ciclos, le trastornen.
Estamos en el mes de septiembre, que es una temporada o un tiempo donde normalmente llueve en nuestra región. Que es una tierra que al cosecharla, produce alimentos de buena calidad. Mi papá Carlos Daniel Trigos, me enseñaba no solamente a sembrar o a cosechar, sino que el asunto del tiempo era muy importante.
Y fue uno de los que me enfatizó el ciclo lunar, correctamente, entiendo como campesino de nacimiento. Que sin estos principios, la persona queda a la deriva. En un mar de ideas que no se sostienen y que no tienen ni diseño, ni gracia.
Lo contrario hacen al hombre que desconoce la cultura del campo, un cuentero que no tiene argumento, experiencia y que no ha vivido este mundo, donde directamente, se benefició nuestra familia, cuando estábamos establecidos en él, y compartíamos en familia.
Pero en todas estas materias, lo que el mundo o el jardín, necesita, es comprender por sí mismo. Cuando uno va a la escuela, aprende cosas básicas, y algunas más como introducción al mundo del conocimiento.
Pero esto en la niñez suele ser más teoría, que práctica. Porque no es el tiempo de vivir las experiencias tanto del colegio como las que enfatiza la literatura, que bien en ese tiempo nos está informando. Parece que el ser humano se ha venido a las ciudades, a predicar sin la Biblia de la experiencia científica, que necesita el ciudadano, que no ha tenido las oportunidades de tener un sembrado, y detenidamente fijarse en el proceso de cultivar y comer del pan que la tierra ofrece a cambio de su aprendizaje.
El agrónomo y filósofo Rey de Jerusalén, enseñaba estas cosas con una inteligencia que no solamente beneficiaba a las familias de Jerusalén, sino también al extranjero y al turista que llegaba a las clases, donde se compartían pensamientos durante la clase, como este: "Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;" (Eclesiastés 3: 2) versión Reina Valera 1960.
Así que en estas culturas tan antiguas como la tierra, el ser humano era formado integralmente. Esto no quiere decir que se desconocía la academia, o la escuela que son tan elementales para que el hombre tenga una visión superior, que beneficie con conciencia a sus semejantes.
Cuando la naturaleza es observada y tratada según la exploración o el proyecto, ella está esperando que el hombre la trate semejante a una mujer que espera que el hombre le corresponda y que tenga ante todo inteligencia, pulcritud y amor.
En este mes del amor y la amistad, queremos dirigirnos al mundo real del amor, que es el amor multi integral. Que es un amor, no solamente a la pareja, los hijos y la familia, sino también a la tierra, que es la que hace que esta familia esté con nosotros, y nosotros con esa familia tan interesante, agradable que nos enseñará y nosotros le compartiremos con gracia, sabiduría y amor.
Este maestro enfatiza el tiempo de nacer y el tiempo de morir. Son dos tiempos o momentos muy importantes en el género humano. Para los dos siempre habrá un tiempo de pensar, si engendramos con la pareja o no.
El segundo tiempo y el último, es que debemos haber sido preparados por la vida, para que nuestra muerte no nos sorprenda como dice otro escritor, de esta marca. Así que si el ser humano entiende los tiempos, comprenderá mejor lo que es la siembra, y la recogida de la cosecha.
Esto es un proceso muy directo con la tierra, o con la viña, la finca, en otras traducciones. Pero es bastante agradable, porque ejercita todos los músculos en beneficio de la familia y de los vecinos que también comerán y beberán del fruto del jardín.
Entre los tiempos, está el tiempo de instruir y tiempo de edificar. Muchas personas se preguntarán, pero por qué, estos tiempos. Porque todos tienen algo en común, que es el pensarlos y el mirar qué se involucra en estos proyectos. Si es el de sembrar, si es el de engendrar o el de morir.
Así que podemos decir que el Rey, conocía muy bien los ciclos lunares, y también tenía experiencia como productor en el campo de cosecha, para las necesidades de alimento que tanto han aquejado a la humanidad. No era un Rey que estuviese anunciando un bienestar, mientras desconocía las tierras que rodeaban a Jerusalén y a las naciones vecinas, que también eran parte del escenario comercial en su tiempo. Feliz día de amor y amistad, para la familia del jardín. Y la serenata para este día de amor y amistad, es con el juglar Alejando Durán y dice: llegó el verano.
Los invito a visitar este video que se titula: El verano - Alejo Durán/Discos Fuentes, de una duración de: 3: 12, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=Caa0zf58KTw
"En el tiempo de los cantares, del nuevo mundo, aparecen los juglares, con su poesía y su vivencia"
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