POBREZA IMAGINARIA

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La cuestión del hambre, ha sido un fenómeno que ha azotado a la humanidad.  Y este actualmente sigue siendo según las estadísticas globales, el problema de la actualidad.  Pero esto se debe a que el ser humano no piensa en su prosperidad económica, y el conocimiento para mantener en orden y equilibradamente, su economía.

Amós, es uno de los economistas interesantes para su tiempo y para el nuestro.  Dejando un registro acerca del hambre que vivían las gentes que lo rodeaban y que no tenían un conocimiento que los llevara a valorar la cultura del trabajo.

Esa gente prefería creer que Dios, les iba a solucionar los problemas económicos, que sólo bastaba con ir al templo y arrodillarse a pedir.  Resulta que este economista observaba y por su propia vivencia, se da cuenta que esto no es así.

Es decir que la gente de esta ciudad, le dejaba las cosas del trabajo, la educación y el conocimiento a Dios.  Y las Escrituras, son muy claras para decirnos que el trabajo, el conocimiento y la prosperidad económica, está en las manos del hombre.

Es interesante ver como Amós, como economista y filósofo, ve las cosas que suceden a diario, y a las personas que no hay como auxiliar en el aspecto de hambruna y pobreza.  Y pensar que la gente en la miseria, creía que esto era enviado por Dios.

De ese tiempo a este, pocas personas que leen esta obra de este pensador, se percatan que si el hombre prospera, o no, está en sus manos.  Y que para vivir y salir de esa ideología, se necesita un conocimiento que esté por encima de creencias que no fomentan el desarrollo y la cultura global.

Podemos leer al respecto, y discernir lo que este economista global ha estado enfatizando, en esta cita que a la letra dice así: "He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová" (Amós 8: 11) versión Reina Valera 1960.

Este profeta niega que la hambruna a la tierra sería de pan, ni de sed de agua, pero resulta que su Escritura, al estudiarla, podemos darnos cuenta hoy más que nunca que los seres humanos de nuestra época, no quieren trabajar.

Quieren trabajos donde no se utilice el esfuerzo, se quiere vivir bien, pero no comprometerse.  Y como se ha espiritualizado todo, la gente cree que no son pobres, que la necesidad que tienen es espiritual, que no necesitan agua, ni pan, sino de oír la palabra de Dios.

En realidad si observamos las estadísticas, el asunto no está en el oír sino en comprender que para conocer el mundo que la Biblia menciona, como espiritual, equivale al físico en el que vivimos cada día.

El científico Amós, escribe este texto de una manera metafórica, motivando a la iglesia a que reconozcan que no tienen oído y que son pobres de conocimiento y ciencia, porque las cosas del Creador, las han dejado a un lado, y se han ido al abismo de la irresponsabilidad económica.

Es decir que teniéndolo todo como: finca, ganado, ovejas y toda clase de animal doméstico, y agua, no les interesa ni sienten sed del conocimiento de las aguas frescas y el pan de la sabiduría.  En si en esto es que estriba el hambre del saber, del comprender, del orden o juicio para poder entender la necesidad de su época o la pobreza que nos enfatiza el texto de este poeta y economista.

Los invito a visitar este video que se titula: Don Fabio hizo de su finca su empresa.  Escuela de campo (Capítulo Completo), de una duración de:  22: 02, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=Lr6D7weXQAw

El Creador de los sabios, no es castigador, ni azotador, es el de la acción, inteligencia y responsabilidad"