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Las divisiones y polarizaciones en la iglesia, parece ser que no terminan. Sin embargo, el teólogo San Pablo, es muy claro en anunciarles que esto es lo peor que puede suceder en la iglesia. Las congregaciones a las cuales Pablo administraba como tutor bíblico, tenía este problema bastante desarrollado.
Y no había adoradores que no estuviesen contaminados con el síndrome de la murmuración. Esta es una enfermedad que se presenta debido a que la iglesia en Corinto, realmente vive de apariencias, como lo dice la misma escritura de este científico.
Y estas iglesias, habían sido trabajadas por él y Bernabe. Sin embargo, la discordia y la contradicción eran el pan nuestro de estas culturas del medio oriente. Y algunos se quejaban ante este multi ciencias, en asuntos de los malos comportamientos de estos miembros, que convirtieron el templo, en un campo de batalla.
Y estaban divididos, que quiere decir que tenían roscas que hacían excepción de persona, e incluso ya Pablo, no era para ellos el tutor y maestro que ellos habían acogido en sus ciudades y en sus hogares, cuando llega a educar la humanidad de estos seres humanos donde algunos desconocían, el conocimiento y la sabiduría.
Eran neófitos en asuntos de cultura, de cortesía y de buen trato, que son principios tan elementales en toda congregación o templo que tiene hoy nuestro jardín. Así que las quejas al apóstol Pablo, eran muy similares como las malas noticias al siervo Job, cuando sus siervos, le informaron que sus rebaños habían sido destruidos.
Sin embargo, este filósofo escuchaba lo negativo de cada miembro de estas iglesias, que pretendían creerse superiores a las demás personas u hogares de la familia de Corinto. Sin embargo, tenían entre ellos mismos una discusión que aún permanece.
Debido a que el ego del hombre cristiano, permanece igualmente que en el leopardo, sus manchas. Si el hombre toma las Escrituras descuidadamente, es decir ignorantemente y come de su miel, de seguro que se va a emborrachar.
Pero esto no es fácil de percatarse, porque siempre el hombre ve el problema de la mala educación, es en labios ajenos. Por eso el filósofo Jesús, fue claro diciéndoles que la gente de Jerusalén, es decir la iglesia, veía la brizna en el ojo ajeno.
De esta manera podemos mirar en este cuadro de la iglesia de Corinto, que estaban en condiciones precarias en aspectos de psicología, sociabilidad y amor. El filósofo San Pablo, acepta esta realidad y podríamos decir confiadamente que estas iglesias estaban ebrias, no de vino, sino de división y menosprecio por sus semejantes.
Por esta razón el escritor finalmente cree lo que escucha de algunos que permanecían sin ese virus de la división. Según lo podemos constatar en esta cita: "Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo" (1 corintios 11: 18) versión Reina Valera 1960.
Este filósofo finalmente lo cree. Sin embargo, usa este lenguaje en la Escritura, para que sus seguidores no se sientan tan reprimidos debido al orgullo que en realidad están entre las enfermedades psicológicas del ser humano, cuando cree que él solamente o sus amigos, son los dueños del mundo o del cielo, ignorando que él es una metáfora para llevarlos a la razón.
Los invito a visitar este video que se titula: Poncho Zuleta, Wilber Mendoza - La Gota fría ft. Silvio Brito, de una duración de: 6: 09, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=9mfmG4nzjbM
"El insensato se ha creído que la iglesia es un clan de lobos"
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