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El leopardo de la nieve, nos pone a pensar en sus celos, con respecto a la presa de su cacería, referente a aquello que sentían los judíos. Durante tres días, este leopardo de la nieve, cuida celosamente, su presa.
Esto deja ver, que en los tiempos de Jesús, los judíos, cuidaban celosamente el templo. Y él como filósofo, lo que hacía era lo que comúnmente nosotros decimos: "tomarles del pelo". Por lo de aquella ocasión, en que en una charla, o tipo de tertulia, les dice que el tumba el templo, y en tres días lo vuelve a edificar.
Esto lo tomaron las mentes sin cultura general, como una amenaza, esto hizo que ellos se enojaran, es decir que sintieran celos. Y está bien que cuidemos las propiedades, pero no para salir en una disputa o declarar una guerra a alguien que nos dice una chanza.
Porque el joven Jesús, no tenía ese poder, ni tenía los ángeles, con los cuales siempre les tomaba del pelo, y los dejaba atónitos, con sus supuestos argumentos del cielo. Mostrando que era un filósofo que comienza su carrera juvenil, y en ella, hay enfrentamientos en los cuales él despierta el celo de sus seguidores.
De ahí para acá que este leopardo de la nieve, hace que su fanaticada, sea totalmente pegada a la presa de las ideas. El varal, es la presa precisamente, un tipo de cabra silvestre, por la cual se pelea en este caso, el leopardo de la nieve.
Su cadáver produce una reacción negativa, después de muerto. Durante dos mil largos años, la muerte de este filósofo, Jesús, ha producido una reacción negativa en la humanidad. Porque cada uno, quiere sacarle su provecho a un cuerpo que ya no existe, y que lo que existe, debemos ser claros en esto, es su filosofía.
Y que una cosa, es la historia y otra es el personaje. De manera que Jesús, también peleó los varales humanos, y fue celoso con ellos durante su vida. Pero todo esto lo debe entender el mundo de una manera sana, conforme se habla de la Biblia, una doctrina sana y razonable.
Esto ocurre continuamente en las montañas del Himalaya, un lugar inhóspito, a cinco mil metros de altura, donde el viento nunca se detiene. Resulta que el buitre barbudo, es el último que llega a comer de los desechos que quedan, de dicho varal.
Y este tiene una cualidad, entre otras, muy interesante, porque él llega es a comerse lo último que queda del varal, que son los huesos de entre quince y veinticinco centímetros. Aquí llegamos a una reflexión científica y filosófica: la pelea por si Jesús, resucitó o no, lo cual no tiene sentido.
Porque es repetir el mismo suceso del leopardo de la nieve, que se hace morir si es el caso, por su presa. Muchos de los discípulos de Jesús, se hicieron morir por el Cordero, y eran celosos con él, y si eso tenía un costo de matar a otro, lo mataban, sin dudar.
Los niños de hoy, deben entender estas cosas, muy claras. Porque aún se pelea por un cuerpo convertido en polvo, por unos huesos que sólo le sirven a los varales de las montañas del Himalaya.
Ha estado lejos la humanidad de la verdadera cordura. Todos los personajes de la historia, son interesantes, pero no la tomemos como el leopardo de la nieve, que sólo deja para las aves del cielo, unos cuantos huesos.
Todo público en la tierra, que lee mis producciones, debe entender que el amor, no consiste en celar a alguien que ya está muerto, sino en amar como en la filosofía del perro vivo, y dejar que el león muerto lo disfruten los demás buitres barbudos del Himalaya humano irreflexivo.
Los invito a visitar este video que se titula: EL LEOPARDO DE LAS NIEVES: EN ASIA SALVAJE DOCUMENTAL, de una duración de: 46: 38, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=UU4Ui8NReLc
"Entre las bestias del campo, es normal, que celen su presa, por conveniencias de supervivencia. Más el hombre de hoy, no necesita: conflictos por huesos de muerto"
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