EL ÁNGEL BARÍ

 

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Amanece el día en la ciudad jardín barí hacaritama, y estando en la plaza, llegan a mí, una señora de unos 50 años de edad, con su hija en embarazo y dos niñas, entre los 9 y los 11 años, aproximadamente.  

Me saludan y luego me dice la señora, que si yo conocía a una familia cristiana de esta ciudad.  Yo le dije que esa familia, vivía a unas cuatro cuadras de ahí del parque.  Yo le pregunté de dónde vienen ustedes.  

Ella me contestó que venían de Aguachica, en el sur del Cesar.  Me dijo: es difícil para nosotros, llegar a esa dirección que usted nos da, porque es primera vez que venimos aquí.  Al escuchar y al ver esta necesidad, enseguida reaccioné y dije: voy a tomar el puesto de un verdadero ángel, y las llevaré hasta la puerta de la casa, de la familia solicitada.

Caminamos las cuatro cuadras, y cuando llegamos al frente de la familia, a la cual iban a visitar, les dije: les quiero hacer 3 preguntas.  Ustedes son cristianas, y dijeron que si.  La segunda: ustedes creen en el ángel de la guarda, y dijeron que si creían en el ángel de la guarda.  

Les hice la última pregunta y demás connotación científica o teológica: ustedes creen que a ustedes las trajo aquí, el ángel de la guarda de ustedes, o este servidor que es físico y tangible.  La señora me contestó sonriendo: fue usted.

Seguimos dialogando un poquito sobre este tema.  Contestándole yo: has acertado en tu respuesta, porque el ángel de la guarda, es una expresión que lleva al género humano, que lee el libro a un conocimiento viviente, pero en realidad, es una imagen invisible a donde los predicadores han dirigido a la humanidad, sin percatarse ellos mismos, que son los seres humanos tangibles como nosotros.

Por esta razón vemos que el filósofo Jesús, nos narra la parábola del buen samaritano.  En esta escena exactamente, su merced, le dije: no se describe un arcángel o un serafín. Lo que observamos allí es un hombre primeramente resuelto con un carácter bien formado en cuanto al servicio a la humanidad, y con una cultura de bondad, que nunca pasará de moda, mientras viva el género humano.

Y aquí no se narra de que el ángel de la guarda fue el que pagó la cuenta en el mesón.  Y calculó que si se quedaba debiendo en cuanto a recuperar la salud de este hombre que no dice el sociólogo Jesús, que era conocido o amigo, le garantizó al personal de este centro de salud o clínica como decimos hoy, que él luego, cancelaría la cuenta, si no alcanza el dinero que deja como garantía del servicio para esta institución.

De esta manera la señora y su familia, me preguntaron, que quién era yo realmente, y yo les dije que era un teólogo descendiente de la raza barí.  Que hace millones de años, existieron en este valle y que aún en nuestros días existe sangre auténtica que no ha perdido, su identidad y cultura del jardín que mencionan las Escrituras.

Vengo a ser, un mestizo realmente, sin temor a equivocarme.  Pero a la hora de servir no hay diferencias entre los hijos de Adán, los barí, y las demás tribus en las culturas milenarias de nuestro globo.  La hija se sonrió con su niño en el vientre como de unos 6 o 7 meses, y me dijo: oiga disculpe.

De manera que nosotras somos es no hijas de Adán o descendientes, sino mestizas. Yo le contesté, tú lo has dicho.  Ella mira a su madre quien también con una mirada pícara y sonriente, le dice: hija, esta si es la sabiduría que todas las tribus habían desechado, e implantado un conocimiento que no tiene un carácter que identifique el origen del hombre y su identidad.

Volví a intervenir diciéndoles: que no hay argumentos que se puedan sostener en cuanto a los ángeles, porque toda palabra por simple que sea nos conecta con la tecnología de la psicología, la filosofía, la sociología, la vivencia y la razón.

Ahora mujeres, entended que el conocimiento es 7 veces más que el de las tribus de Israel, más sin embargo, de allá proceden unos saberes que el que los ponga por obra, entenderá no solamente la cultura primitiva que se registra en su obra, sino que al llegar a nosotros, seríamos una familia, una cultura en tecnología, en salud, en ciencias, cultura, arte, en servicio y en exploración de este epicentro del universo, donde las tribus surgieron.

De esta manera, podemos entender lo que ha estado sucediendo en este planeta del jardín, y así se evacuará la mente de la familia humana, que no tiene una identidad propia y un carácter que lo lleve cada día a entender mejor, su responsabilidad tanto en el hogar, como en el caso del buen samaritano, y con el prójimo que es nuestro vecino más cercano.

Dijo la señora: que ella había leído el libro que estoy narrándoles y que quería entender más sobre estos temas tan importantes para el futuro cultural de su familia, dando las gracias, yo le dije: acaba usted de conectarse con el ángel número 2, en este jardín.

Dijo: por qué, porque el ángel llamado de Jehová, ya no está con ustedes, está es el ángel humano: Alfonso Trigos, el barí global.  Le entregué las direcciones para que entrara a nuestra academia a través de las redes, y entonces puedan ver la gloria del conocimiento que les rodea en cada paso que las conduzca al conocimiento y a una teología definida.

Luego al otro lado de la calle está la casa de la familia que ellas venían buscando, y se las señalé.  Me dieron las gracias y les dije: los ángeles si existen, pero son físicos, tangibles, seres humanos y dijo la señora: hoy los hemos entendido y visto en usted realmente, con nuestros propios ojos.

Reconozco que hemos perdido el tiempo leyendo obras acerca de los ángeles, que no nos pueden resolver problemas, como este tan sencillo y no se puede tener comunión con ellos y ellos con nosotros.  Muy agradecidas se dirigieron a la puerta, y las niñas se despidieron con sonrisas y agradecimiento. 

Los invito a visitar este video que se titula: ROSA ELENA - C CJ G, de una duración de: 6: 02, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=9ZfibaIk6nI

"La identidad de los ángeles del jardín, es: servicio, instrucción y conservación de nuestras culturas"