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El hombre cada día, cada mes y cada año, va desarrollando más su sabiduría. Y el filósofo y teólogo Jesús, entendía muy bien esto. Sin embargo los lectores de la Biblia, desconocen este principio elemental de desarrollo, cultura y ciencia, que el filósofo y científico Jesús, les enfatiza.
Es necesario que el cristianismo tenga en cuenta los principios y los elementos que hacen que el ser humano alcance el umbral de aquellas culturas, que están representadas en un cerebro pensante con una proyección hacia el futuro, porque ese es el perfil de la vida humana.
Los pastores, predicadores y ministros, aún siguen en una batalla que nunca podrán ganarla. Simplemente porque en sus discursos o instrucciones le enfatizan a los alumnos que la filosofía y la teología, están fuera de la línea principal del conocimiento universal.
Pero esto es continuar enfatizando la vida de los personajes bíblicos minuciosamente, mientras el presente se desprecia, y no se tiene en cuenta el mundo científico de hoy. Y esto ha causado una gran pérdida de seres humanos y estancado el pensamiento de muchas personas en el jardín, que si siguen la fórmula del filósofo Jesús, sus vidas hubieran sido de gran bendición, para sus familias y la tierra.
Quiero traer a apelación lo dicho por el propio teólogo Jesús, con respecto al desarrollo que se debe efectuar en sus seguidores, acerca de la magnitud que se puede alcanzar. La cita dice textualmente: "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre." (San Juan 14: 12) versión Reina Valera 1960.
La palabra creer en las Escrituras, significa: principio o suscripción, podríamos decir. Es elemental, porque es la identificación con lo que al ser humano le gusta. De manera que si una persona no cree en la cultura, que es algo semejante, pues no podrá degustar la sabiduría universal, hoy en día.
Así que todo necesita primero una aceptación, también diríamos que es una decisión y aquí viene un propósito para seguir en esta academia, a la cual me suscribo o te suscribes. De esta manera el creer es bastante importante, sin embargo, la persona es la que decide. No es obligatorio. Pero si decide debe comenzar por entender que es la filosofía de los sabios.
El filósofo Jesús enfatiza que mayores obras haríamos, y el énfasis de los ministros y pastores, consiste en que no se puede superar, pero el mismo maestro enseña y escribe que si es posible. Y que mayores obras haremos, y esta es la gloria de la sabiduría, porque cada día tiene su novedad.
Si el mundo no entiende este texto, pues va a seguir viviendo en un mundo de muletillas indefinidas que no da resultados y que perjudica la mente del hombre. Su raciocinio se deforma y finalmente termina como una abeja en el piso, porque su tiempo de trabajo, terminó.
Esta escena es muy clásica en el mundo de los que se cansan de repetir la muletilla en los templos del globo. Sin embargo, Jesús, no enfatizó la muletilla, siempre enseñó con una sabiduría e inteligencia fresca.
Muy pocas veces citó los antiguos patriarcas y profetas, para que estuviesen como referencia en su obra o volumen que tenemos en nuestras manos, hoy. El sentido de la palabra obras, tiene que ver que son destacadas como la salud, que no se ha quedado en que un hombre es el que la maneja o tiene, sino que se ha estudiado y el mundo hoy, tiene todos estos departamentos administrando vida a los que se acogen a la cultura de la ciencia médica, psicología, sociabilidad y cultura entre otras.
Así que enfatizarle a la humanidad, la vida de un muerto, cada día, es producir en la mente de ellos una oscuridad que termina destruyendo su sistema de identidad, porque debe entender el estudiante que su personalidad y carácter cada día, debe alimentar y dedicarse desde este perfil a entender: familia, cultura y la naturaleza.
De esta forma nos damos cuenta que Jesús no fue enemigo en ningún momento de la prosperidad, porque un pueblo sin conocimiento, sin instructores, es incluso una amenaza para la sociedad y las mismas culturas del campo, en la tierra.
Mientras que si se presenta un maestro como Jesús, que se puede mejorar en el aspecto de no entrar en discusiones con asuntos de religión, estamos en el punto exacto de demostrar que nosotros somos seguidores en si, es de la sabiduría, y la sabiduría cada vez que el mundo avanza, se va encarnando en cada vaso humano, para que el hombre actual que no entiende la cultura, pueda beber de esta agua del conocimiento, que está preparada desde antes del nacimiento de la próxima generación.
Las inteligencias que leen literatura general, serán más eficaces en la instrucción en familia, en la empresa y academia, porque el mito de que un hombre jamás se podrá superar, hoy, es historia. Y el que dude de esto que revise bien el texto que nos acompaña escrito por el teólogo en su época, que siempre será importante.
Pero es el momento en que los filósofos y los teólogos, muestren que ellos no están en la cultura del estribillo bíblico, y dejen ver sus obras en el arte, en la poesía y en la sabiduría que han bebido con una pizca de dulce para que la instrucción bíblica, sea agradable a todo paladar y pensamiento humano, y no el ajenjo por el desprecio de la filosofía y la teología, que muestra que se quiere seguir viviendo en la vida histórica de los muertos.
Los invito a visitar este video que se titula: Tendencias tecnológicas que nos esperan en el 2022, de una duración de: 4: 10, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=rNPEYG31fQw
"La sabiduría cambia de perfiles, más los sabios de la actualidad, permanecerán en ella"
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