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La historia es una leyenda en los cuales hay momentos así como la luciérnaga que se apaga y continúa entre el bosque o la planicie, sin luz. Pero esto no quiere decir que en realidad, no esté ocurriendo nada, y el ser humano, se haya detenido.
En el caso de la carranga o el folclor hacaritama, había estado en nuestra ápoca, igualmente que el comportamiento de la luciérnaga. Pero la vida trajo luz a la plaza 29 de mayo, y se encendió y brilló no sólo sobre toda la ciudad, veredas y campos, sino que también llegó a través de las tecnologías, al mundo.
Con los conflictos presentados, así como en todas las partes del mundo, se había detenido el vuelo del sonido de las guitarras en nuestra cultura, y se había apagado el sonido de la danza de hombres y mujeres, que habían participado en esta plaza de nuestra ciudad.
Nuevamente como es normal en este ciclo del tiempo, se debía encender la chispa en cada luciérnaga humana. Para convertirse en salud y sociabilidad, luego que transcurre el tiempo que precede al de la danza, la alegría y la sonrisa de grandes y chicos, como se puede observar en esta gigante luciérnaga de luz y gracia.
Mientras estábamos transmitiendo nuestra cultura a través de la luz de la nota musical, muchas personas en el mundo, se unieron para regocijarse y encenderse en el mundo igualmente que estas luciérnagas, que cada fin de semana acudían a promover la luz de la paz y la sabiduría.
Recordamos que aún era temprano y las personas ya estaban llegando a dicha danza en un lenguaje de satisfacción y gozo, que aún el rey Salomón si estuviera en esta época, se quedaría admirado cómo el género humano exaltaría su reinado, por la luz de su sociabilidad y cultura globalmente.
Y sus cantares, no se hubieran quedado en mera letra, pero yo he venido con mi esposa, para que cantares en nuestra época, no sea un concepto abstracto, sino algo que se puede sentir en el corazón, la emoción y las imágenes que se transportan a través de la tecnología a la visión humana.
Tengo que mencionar a un personaje clásico allí en la plaza que es Trino Santiago, hermano de Toño Santiago, gran amigo de mi padre allá en Otaré. Nos hicimos amigos, y era un hombre que empecé a admirar por su manera de tratar y por su manera de ver la vida, aunque era un hombre que posiblemente no hubiese logrado estudios.
Pero su trato y su sabiduría no la puedo dejar pasar por alto. Algunas veces le brindé una avena con un buñuelo y nada más eso, era para parranda, mientras llegaban los músicos y las luciérnagas humanas que nos rodeaban apagaban su luz a nuestro alrededor, y solamente permanecía la luz de la expresión de la fluidez de su lenguaje.
Así que don Trino, como se conocía allí en la ciudad, era un hombre de 1.70 de estatura, de color moreno claro, se parece mucho a lo que menciona una letra de un vallenato, donde el autor dice que es parrandero de nacimiento.
Da la impresión don Trino que estuviese contado entre esa cultura de las personas que no viven con tantas complicaciones y que esto no hace que la luz de la responsabilidad, sea desconocida internamente en su corazón.
Las vivencias de la carranga o folclor hacaritama, son difíciles de recordar, sin embargo, hay un adelanto o promesa en cuanto a ellas, y es porque están presentes en nuestro canal. De esta manera la luciérnaga de la luz, el compartir y el charlar con los ciudadanos, se dio tal como lo estamos transmitiendo ahora a través de la tecnología.
Este blog está dedicado a la memoria de Trino Santiago y su familia en Otaré.
Los invito a visitar este video que se titula: LA CAMISA RAYÁ - C C J G, de una duración de: 5: 10, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=MCwORJXsDYo
"La música y la cultura humana, son semejantes a la luciérnaga"
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