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En lo que concierne a que las buenas nuevas de la ciencia y el conocimiento, lleguen hasta los confines de la tierra, es un asunto que debe analizarse y razonarse muy bien. Porque la humanidad debe entender, que ya hoy, no hay fronteras inalcanzables.
En aquel entonces, en la época de Jesús, cuando se escribe el evangelio, no se tenía idea en si, por experiencia propia, dónde y en qué lugar era el extremo de la tierra. Sin embargo, observamos y oímos a los predicadores que enfatizan alcanzar ese objetivo.
Y esto me ha puesto a pensar que no hay fundamento en la instrucción, porque en este siglo 21, con las tecnologías actuales se puede llegar a ese mundo inalcanzable, sobre los cuales dio instrucción el escritor Jesús.
He estado en mi pueblo Otaré, y llegué a un hogar de confianza, y un joven me preguntó que qué opinaba este servidor de llevar el evangelio hasta los confines de la tierra, porque así estaba escrito. Yo no dudo de este conocimiento. Lo que si se me ocurre en ese momento es preguntarle a él, que si él estaba preparado para salir a llevar el mensaje con argumentos propios, que pudiesen servirle a la humanidad.
Según el objetivo en el que él ha estado haciendo hincapié, como cristiano. Me dio unas respuestas que no atinaban a mi pregunta. Entonces le dije a la esposa de él, que trajera un asiento y lo colocara en medio de los dos.
Y uno de sus niños se sentó en él. Entonces yo le dije al padre, cuántos años tiene el niño. Él me respondió: tiene doce años. Yo le dije: me permite examinar esta obra de doce años. Él dijo que si. Le dije con mucho cariño que fuese sincero, y le pregunté que si él sabía algo de la Biblia, que si conocía algún tema o versículo, o un salmo.
El niño me contestó como amigos, sonriente, que no. Yo miré al joven promisorio en fuerza y juventud, y le dije: debe comprender que usted, está hipnotizado y que no está apto para esa misión de los confines de la tierra, donde usted sueña ir, pero que no ha preparado su casa.
Que no le ha enseñado a sus hijos, y estos indicadores muestran que usted con mucho cariño no tiene idea de qué es un maestro calificado para ir a esa tierra, donde no saben o no entienden la sabiduría del Altísimo.
Según las Escrituras, lo primero que hay que hacer es entrenar, que quiere decir, instruir a la familia, educar a estos niños como en el caso del que está aquí a mi derecha, que tiene doce años, y no entiende lo que usted predica o anuncia.
Esto causa en la familia, una confusión, porque sólo usted es el que sabe, mientras el hogar ignora sus objetivos, e ignora el futuro de cada uno de estos miembros de esta iglesia, llamada: hogar. Por esta razón, observamos que los hijos dicen una cosa y los padres, dicen otra.
No se necesita ir a visitar a Babilonia como hace hincapié la Biblia, que significa: confusión. Porque la confusión se provoca en el hogar donde los padres quieren ir a conquistar a otras culturas, pero su propia sangre es ignorada y no ha sido conquistada, y sus hijos, neófitos en cuanto a la sabiduría y cultura general que enseña la Biblia.
De manera que podemos apreciar el descuido de la familia, porque no hay una disciplina y un orden como fundamentos para el conocimiento general, que es tan importante en cada hogar, donde se preparan niños para la vida, para el conocimiento.
Y la plataforma principal de todo esto es el amor a la filosofía, al conocimiento. Sin esto, las personas no saben que aquí donde estamos precisamente es el otro extremo de la tierra, donde el propósito del escritor Jesús, desde Jerusalén, quería que su obra literaria llegara a los hogares más recónditos del mundo.
No solamente se trataba de que se conociera el volumen de libros que tiene la biblioteca llamada: Biblia. Si no que se conociera: historia, humanidades, antropología, valores, arte, cultura y ciencias. Pero ha habido un mal entendido en la lengua de los instructores, y entonces da la impresión en lo que se escucha cuando se habla de la Biblia, es que de aquí del nuevo mundo, hay que alcanzar al primer mundo.
No se tiene primeramente, conocimiento y ubicación. El objetivo del escritor entre otras cosas, es que todo estudiante de la tierra, debe saber en qué parte del continente se encuentra. De lo contrario está confundido y su cerebro, está averiado y se va a devolver al principio.
Es decir que las personas no utilizan la razón, que es la que nos indica de dónde viene esa palabra, y para dónde va y en qué legalmente le podríamos ayudar, como si fuese un caminante que pasa por nuestra tierra y nuestras aldeas, que desconoce la lengua, la forma de vida y vivencias.
Este tema está basado en este verso de la Biblia, que a la letra dice así: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, ..." (San Mateo 28: 19) versión Reina Valera 1960.
Los invito a visitar este video que se titula: NUESTRA ESCUELA - C C J G, de una duración de: 4: 00, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=r5fYP5UtHOw&list=PLzD4cflvP5uNjMmF17_p2wFfyY_BokUce&index=1&t=20s
"He visto bajo el sol, dice Jehová, la irresponsabilidad de los misioneros que descuidan su hogar"
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