</head>
El siervo Job tuvo muchos problemas de salud, como todos los lectores de su obra literaria en el mundo del cristianismo, bien lo saben. Este literato oriental, nos habla a través de su lírica las experiencias que él vivió en carne propia.
Pero esto son asuntos de salud, en ningún momento tiene que ver con supersticiones o mitos, aunque él enfatiza estas cosas. Es deber que el escritor como poeta aprovecha su creatividad para escribir una obra donde estos ingredientes están presentes.
Sin embargo, hoy quiero compartir algo interesante como lo es cada renglón de esta obra ilustrativa de este escritor y poeta de su tiempo. Quiero compartir un pensamiento que a la letra dice así: "Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;" (Job 19: 26) versión Reina Valera 1960.
Una de las cosas importantes del texto es el desechamiento de su piel que debe llamar a la humanidad, a los estudiosos de este libro en especial, porque tiene que ver con la enfermedad y la ciencia médica de hoy, que ha aumentado para poder tratar este tema de la piel o la dermatología.
Que es la ciencia humana que trata estos casos en especial, y que no se debe desconocer. Mientras el cristianismo no tenga en cuenta que las enfermedades de la piel como en este caso, deben ser tratadas por médicos que tengan un conocimiento científico, puede suceder como el caso de Rohin, que nos hace pensar en la ictiosis.
Este niño nos muestra realmente lo que hay detrás del texto que estamos analizando para traerlo a la realidad de nuestro mundo. No solamente es seguir creyendo que Job iba a ver a Dios, cuando regresara, porque esto no le fue posible a él, ni tampoco le será a ninguno de nuestra época.
Pero cada vez se hace más interesante la filosofía de este personaje que en medio de su poesía, nos deja ver cómo la ictiosis transforma la piel y a su vez puede enceguecer, lo que sería lo peor de esta enfermedad.
Así que la ciencia médica ha estado desarrollándose hace millones de años, con el aval del conocimiento que ha dejado el Creador, en nuestro jardín, y esto hay que tenerlo en cuenta, porque de allí depende un estado de vida y de salud superior.
Y así el sufrimiento que se ha tomado desde un punto de vista mítico y supersticioso desaparecerá de los lectores de este libro donde se cree que el sacrificio y el dolor son lo que exige el Creador de sus seguidores.
Sin embargo, la teología de este siglo da cuenta científicamente que el Creador, quiere es que estemos bien, que nuestra salud se recupere, que la psíquica mejore y la visión se perfeccione. Esta enfermedad de la ictiosis, transforma las células y a medida que pasa el tiempo va recogiendo la piel y volviéndola más gruesa, lo cual impide la movilidad.
Y en los climas calientes es un problema para dormir, sin sistemas de refrigeración o ventilación. Los padres deben estar pendientes cuando el niño o el adulto enfermo, requieren de mayor atención. Podríamos decir que va recogiendo a la familia y también sus recursos económicos, porque las personas al ver tal enfermedad y no saber qué hacer, deciden acudir a la ciencia médica, para que intervenga como lo podemos observar a través de este video de apoyo.
Pero cada vez la Biblia, sigue llevándonos de una forma lenta a la ciencia y al conocimiento, ya no tanto a creer que las enfermedades se pueden tratar con emolientes y que esto bastará para que el ser humano, se cure definitivamente.
Así que Job, se había prendido del conocimiento de Dios, pero aunque era un millonario no creía que su salud, mereciera una inversión económica, que su piel, necesitaba un diagnóstico de un dermatólogo, y hay que tener en cuenta otro asunto, y es en qué tiempo se escribió el libro.
Y cómo pensaban los escritores o los poetas de su tiempo. Sin embargo, en aquel entonces la ciencia médica tenía avances que desconocían aquellos que creían que solamente Dios, los podía curar, y se echaban a creencias que los llevaban paso a paso a la desesperación, por esta enfermedad que es bastante terrible.
Y que pierden finalmente la visión, y en el caso de un adulto no se percata de que hay solución. Porque la sabiduría, la ciencia, la salud, y la dermatología, han avanzado de tal manera que se debe entender que la salud es de los sabios y los sabios reconocen las ciencias.
Los invito a visitar este video que se titula: El niño con piel del serpiente/Mi Cuerpo, Mi Desafío/Discovery Latinoamérica de un duración de: 4: 53, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=nNzUejlt1gk
"Cuando mi piel se ha desechado, he acudido al conocimiento, a la dermatología y a la ciencia natural"
No hay comentarios:
Publicar un comentario