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El poder sin los entes de control, ha desestabilizado, las vivencias de los pueblos y culturas del pasado. En el caso de este blog, nos sirve como lupa para observar un comportamiento donde en su tiempo, el hombre estaba pensando que las cosas las estaba haciendo para honrar a Dios y ampliar su territorio y riquezas a costa de la sangre de sus semejantes.
El filósofo Moisés, prepara al pueblo para atacar a las ciudades que se hallen en el camino hacia su objetivo, y les da la instrucción de que no tengan misericordia, que hay que desterrar a esos enemigos que están en el camino para cumplir el objetivo de llegar a la tierra prometida.
Debemos recordar que Moisés fue un hombre no solamente de guerra, sino también estratégico. En aquel tiempo, el ser humano muy poco sabía reflexionar, era una de las cosas con las que Moisés, contaba.
De esta manera Moisés dirige al pueblo, al desierto, sabiendo que el pueblo obedecería. Las garantías para él, en este asunto de guerra, es que ellos jamás se habían puesto a pensar que para uno vivir en paz, necesita diariamente el pan del conocimiento, sabiduría, historia y razón, que le sean de vida para vida.
Y no se trata de enriquecernos a costillas de gente inocente como en el caso de una de esas ciudades, donde llegaron a llevarse la riqueza de la ciudad, y reunieron a la gente de la ciudad, en la plaza principal, donde elegían sus piedras preciosas y sus mejores vestiduras, y todo lo que tenía que ver con valor, se lo llevaban y lo demás lo ofrecían en holocausto, junto con las familias, para que estas ciudades entraran en una ruina para siempre. Y les fuera de pánico a las tribus cercanas y nadie las mirara para reconstruir.
El historiador y antropólogo Jesús, revisa la antropología de la historia, y se percata de cómo el hombre ha estado durante miles de años o tal vez, millones, en una cultura de saqueo y destrucción que aún hoy podemos escuchar gente que nos habla de Dios, pero su final es vivir como vivió Moisés y el pueblo, en el desierto, a costillas de gente inocente.
Gente que estaba imposibilitada ante los ataques de este famoso militar cuyos propósitos era vivir una vida estratégica, enseñándole al pueblo que el Dios de ellos, era más poderoso que las tribus que se iban hallando en camino hacia la tierra prometida.
Cuando el hombre entienda que la cultura del sacrificio no comienza con la oveja, sino con el mismo hombre, y analice que el holocausto era la familia completa, va a mejorar su actitud ante la sociedad. Llegará a él, la prudencia de la buena nueva de la antropología, la historia y la sabiduría del Creador.
Entonces la adoración al Creador tendrá una cultura sustentada no en la necesidad, sino en el amor a nuestro semejante, y el amor propio desvanece como las nubes al amanecer el día, porque en la mañana de oro todos los vivientes, se enriquecerán con sus rayos de justicia, paz, amor y abundancia.
El escritor Moisés describe todos estos sucesos, como protocolo para la educación de las naciones futuras. Sin embargo, en medio de sus obras, encontramos notas muy interesantes, ya que como faraón su tendencia fue a conquistar a la fuerza, produciendo discordia entre el pueblo y quemando ciudades, creyendo que con esto, estaban adorando a Dios.
El texto que nos permite sustentar este análisis es el siguiente: "Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada." (Deteuronomio 13: 16) versión Reina Valera 1960.
En este caso de incendio de ciudades, quiero compartir un corto video acerca de la obra destructora del fuego, como en el caso de la ciudad de los Ángeles, y su destrucción que no tiene reparo en los estratos sociales.
Los invito a visitar este video que se titula: Infierno en Hollywood: el fuego se ceba con los barrios más exclusivos de Los Ángeles, de una duración de: 2: 37, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=k-kTWSn9UKI
"En la sabiduría de Moisés se halló la destrucción sin misericordia y sin amor"
