DOS LÍNEAS PSÍQUICAS

 

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En el mundo de la seguridad psicológica, la incredulidad suele ser un elemento de discordia en los sistemas del pensamiento.  Y esto produce una reacción que es semejante a corrientes de agua que no alcanzan a mover el mecanismo del río por donde debe transitar.

En este caso, en los pozos de la quebrada, podemos observar que lo hace tan débil que no puede llevar su oxígeno a la profundidad que lo requiere el pozo o en general, las corrientes que deben llevar la potencia y la energía para que todo el ecosistema funcione bien.

Es muy semejante la incredulidad, porque aunque cree, no le es posible.  Y ahí es donde vamos a abordar el problema de la humanidad, cuya fe sencillamente es, cultura de incredulidad.  Esta mezcla es nociva para la salud de la mente del ser que la profesa y también causa una reacción negativa en los que lo rodean.

La psiquiatra Elena G. de White, nos deja ver muy claro este asunto de una duda que comienza cuando el género humano, no se documenta en la materia, que es importante para la familia y los amigos con los que el hombre siempre va a estar en una sociedad, donde necesita aportes de una estabilidad mental, saludable.

Quiero compartir este pensamiento que a la letra dice así: "Tu propia inestabilidad te induce a dudar de la sinceridad de los que te quisieran hacer bien" (Mensajes para los Jóvenes, página 149 párrafo 2)

Esta teóloga, aborda un tema que siempre estará de moda en el mundo del cristianismo, que no tiene una cultura y una vivencia que cada día lo lleve a amar más la vida y la sabiduría, que la historia.

Porque para llegar a este estado o a esta crisis del problema es porque la persona sencillamente ha profesado la fe sin argumentos de conciencia y conocimiento, que son parte de la medicina que se necesita para recuperar la psicología.

Porque ha perdido una de las cosas tan valiosas que es el creer en la sociedad, en los amigos que también son estudiantes que nos aportan el desarrollo de su confianza, y nos entregan un conocimiento que hará que en algunos casos, darán respuesta a las inquietudes que los incrédulos, nunca han podido entender o desarrollar.  

Mejorando así nuestra psicología y comportamientos, que son el objetivo de todo estudiante de la fe.  Pero podemos analizar que cuando las personas se dedican a señalar a los demás, se van perdiendo de vista a sí mismos.

Y entonces ya la persona en realidad, que comenzó este camino, se perdió en razones ajenas y en dichos que no hablan de su propia vivencia, ni han sido heredados de vuestros padres.  Y se produce la enfermedad que se le llama incredulidad, debido a que se han tomado las cosas sin la tranquilidad y la responsabilidad que requiere.

Este es uno de los problemas que tiene la humanidad, por resolver.  Al estudiar al ser humano, en cuanto a este tema, me he percatado de que esto sucede a menudo en el cristianismo, porque se descuida la sociabilidad y se descuida, el amor práctico. 

Es decir que la persona se encasilla en una doctrina que lleva al estudiante a perder los valores de sí mismo y al mismo tiempo, los de los demás.  A esto le llama la Biblia: fanáticos, esto hace que se pierda el objetivo de ser personas que entiendan a los demás y así mismos como puntos de partida, en asuntos del buen entendimiento.

Si no lleva estas dos líneas, su psíquica ha entrado muy paulatinamente en una contrariedad que finalmente se le llama: incrédulo.  Y esto es una enfermedad característica de todo aquel que no sabe leer el libro complejo para las personas inquisitivas, y también para las personas cuya creencia se mantiene de lo que el otro diga, más no va a las fuentes para recibir el oxígeno de las aguas de la sabiduría que tiene la naturaleza.

La inestabilidad es una enfermedad psiquiátrica, cuando llega al grado de que los demás no pueden aunque quieren ayudarle en este problema a la persona que está en este caos, donde la creencia con fundamento se ha perdido de vista y se ha cogido el camino de la confusión psicológica.

Es necesario que jóvenes y adolescentes, sean dirigidos por maestros y tutores, para recuperar lo que se ha perdido en la juventud y humanidad de hoy, que es la razón.  Que es el terreno de la estabilidad y cultivarlo con conocimiento y respeto, que conlleven a la convivencia entre los estamentos promotores de esta cultura de salud, que es necesaria para mejorar las relaciones con las sociedades y culturas del mundo.

Los invito a visitar este video que se titula: El cerebro y la salud mental, de una duración de: 4: 40, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=-IupB808eBY

"El hombre orgulloso pierde su confianza, en sí mismo, y al mismo tiempo, la de sus amigos"