A la verdad, diríamos, que Israel, vivió un conflicto por sus propias obras. Podemos apreciar el conflicto entre esta cultura, donde algunos seres humanos, continúan con la tradición. Y esto económicamente da pérdida a Jerusalén, debido a que al atentar o destruir las imágenes y símbolos de Asera, y a la serpiente de bronce, deja un vacío para la gente que adora estas imágenes.
La verdad es que la humanidad de hoy, al leer la Biblia, se pregunta ¿por qué esto, si son imágenes que tienen un gran valor arqueológico? Como arqueólogo bíblico, he estado analizando la arqueología de Israel, con la cual al destruirla, se desaparece con ella, una parte importante de su historia, que es lo más valioso de estas imágenes.
Pero el rey Ezequías, tiene un celo bastante destructivo, donde se nota que no le interesa el valor de la historia. Y quiere borrar la tradición de algunos, que aún le queman: incienso. Y esto tiene una connotación económica, desde muchos puntos de vista.
Todos los que conocían o habían oído hablar de esta serpiente que fabrica Moisés, querían ir a conocer desde muchas partes del mundo, dicha serpiente, que menciona la Biblia, que salvó a muchos seres humanos que la contemplaban.
Podemos deducir que este rey no conoció realmente, la adoración que implantaron en Israel, porque podemos ver que la serpiente es un objeto. En ese momento, es un monumento donde todo el que pase por allí, por el desierto, debía recordar los sucesos ficticios de dicho objetivo con la serpiente de bronce.
Según las Escrituras, estaba esta serpiente en el desierto, en una casa, donde podía el peregrino tal vez descansar y beber agua fresca, y quedarse ya fuera al otro día, o a los pocos días, continuar su viaje, refrigerado.
El historiador y filósofo San Pablo, escritor del Nuevo Testamento, nos dice que un ídolo, nada es. Sin embargo, en aquel tiempo, los israelitas, se ocupaban de destruir estos lugares, donde llevaron a Asera, cuya imagen prácticamente, podemos decir que es universal, según la historia de la Biblia.
Este análisis está basado en la siguiente cita bíblica que a la letra dice: "Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán", es decir: cosa de bronce (2 Reyes 18: 4) versión Reina Valera 1960.
Nuestra inteligencia hoy no tiene conflictos con el arte, con la arqueología, ni con la historia. Tales cosas entre nosotros, ni se piensan, porque vivimos en un mundo de imágenes, donde debiéramos conocerlas y entender al hombre y a la mujer de hoy, que llevan en su cuerpo, la imagen natural que más les agrada.
De hecho se dice popularmente, que la sabiduría, no pelea con nadie. Hay que buscar la riqueza cultural y arqueológica en el mundo de las imágenes vivas e inertes. Y dejar que lo inerte sea incluido en la historia de nuestro conocimiento.
Los invito a visitar este video que se titula: El arte veneciano del siglo XVI llega al Thyseen de una duración de: 1: 37, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=jGcgI5QYWEc
La verdad es que la humanidad de hoy, al leer la Biblia, se pregunta ¿por qué esto, si son imágenes que tienen un gran valor arqueológico? Como arqueólogo bíblico, he estado analizando la arqueología de Israel, con la cual al destruirla, se desaparece con ella, una parte importante de su historia, que es lo más valioso de estas imágenes.
Pero el rey Ezequías, tiene un celo bastante destructivo, donde se nota que no le interesa el valor de la historia. Y quiere borrar la tradición de algunos, que aún le queman: incienso. Y esto tiene una connotación económica, desde muchos puntos de vista.
Todos los que conocían o habían oído hablar de esta serpiente que fabrica Moisés, querían ir a conocer desde muchas partes del mundo, dicha serpiente, que menciona la Biblia, que salvó a muchos seres humanos que la contemplaban.
Podemos deducir que este rey no conoció realmente, la adoración que implantaron en Israel, porque podemos ver que la serpiente es un objeto. En ese momento, es un monumento donde todo el que pase por allí, por el desierto, debía recordar los sucesos ficticios de dicho objetivo con la serpiente de bronce.
Según las Escrituras, estaba esta serpiente en el desierto, en una casa, donde podía el peregrino tal vez descansar y beber agua fresca, y quedarse ya fuera al otro día, o a los pocos días, continuar su viaje, refrigerado.
El historiador y filósofo San Pablo, escritor del Nuevo Testamento, nos dice que un ídolo, nada es. Sin embargo, en aquel tiempo, los israelitas, se ocupaban de destruir estos lugares, donde llevaron a Asera, cuya imagen prácticamente, podemos decir que es universal, según la historia de la Biblia.
Este análisis está basado en la siguiente cita bíblica que a la letra dice: "Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán", es decir: cosa de bronce (2 Reyes 18: 4) versión Reina Valera 1960.
Nuestra inteligencia hoy no tiene conflictos con el arte, con la arqueología, ni con la historia. Tales cosas entre nosotros, ni se piensan, porque vivimos en un mundo de imágenes, donde debiéramos conocerlas y entender al hombre y a la mujer de hoy, que llevan en su cuerpo, la imagen natural que más les agrada.
De hecho se dice popularmente, que la sabiduría, no pelea con nadie. Hay que buscar la riqueza cultural y arqueológica en el mundo de las imágenes vivas e inertes. Y dejar que lo inerte sea incluido en la historia de nuestro conocimiento.
Los invito a visitar este video que se titula: El arte veneciano del siglo XVI llega al Thyseen de una duración de: 1: 37, cuyo enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=jGcgI5QYWEc
"Cosa de bronce con diseño es riqueza, para el sabio e inteligente de la tierra"
F P C
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